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Sociedad

La lluvia obliga a suspender el museo de la pasión de Valladolid: 33 pasos y 20 cofradías

Es la procesión clave de la Semana Santa de Valladolid, declarada de interés turístico internacional, que se celebra desde 1810 y de las 98 ocasiones programadas desde 1920, ha salido en 81

La Plaza Mayor de Valladolid en esta ocasión no pudo ver la Procesión General del Viernes Santo Miriam ChacónIcal

Las previsiones de lluvia han llevado a la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Valladolid a suspender su procesión general del Viernes Santo, ese museo de la pasión de 33 pasos y 20 cofradías que recrean la sagrada pasión del redentor y que incluye tallas de Gregorio Fernández o Juan de Juni.

El presidente de la Junta de Cofradías, Miguel Vegas, ha explicado a EFE que las previsiones de lluvia entre las siete y las diez de la tarde son "bastantes malas", a lo que se suma la lluvia que ha caído durante la tarde.

Vegas ha explicado que ya han comunicado la decisión al Museo Nacional de Escultura, donde residen bastantes de las tallas.

La procesión general de Valladolid, es un museo al aire libre donde tallas de Gregorio Fernández o Juan de Juni, entre otros imagineros, hacen una narración cronólógica desde la última cena a la soledad de la Virgen, con un recogimiento solo roto por los sones de cornetas y tambores.

Es la procesión clave de la Semana Santa de Valladolid, declarada de interés turístico internacional, que se celebra desde 1810 y de las 98 ocasiones programadas desde 1920, ha salido en 81, se ha suspendido en ocho, como en este caso, y ha procesado con incidencias en otras diez, incluida la del 2024 que tuvo que ser retrasada una hora para evitar la lluvia.

Son 1.800 metros de recorrido desde la iglesia de Las Angustias pasando por la Plaza Mayor en el que procesionan muchas de las obras que son mimadas a lo largo del año en iglesias y en el Museo Nacional de Escultura, con sede en la capital vallisoletana.

Esta Fiesta de Interés Turístico Internacional desde 1980, se despliega como una verdadera catequesis de la pasión de Cristo ante fieles y turistas en un desfile silencioso que sólo rompen los sonidos de las bandas, gaitas y dulzainas.

Tradicionalmente, dada la larga duración de esta Procesión -entre dos y media y tres horas- la gente sacaba a las calles sus sillas y se reservaba un sitio a lo largo del recorrido procesional, una costumbre que en algunos tramos se sigue manteniendo, aunque cada vez se ve menos.

A principios de los 90 surgió la idea de instalar en la Plaza Mayor un complejo de gradas y tribunas para ser ocupadas previo pago de un donativo, lo que permite ver la Procesión General de la Sagrada Pasión de manera más ordenada.

Cada año aumenta el número de espectadores que se acercan a Valladolid para poder presenciar esta procesión, uno de los momentos culminantes de la Semana Santa vallisoletana, la primera de España catalogada de interés turístico internacional, en ese 1980, y que aspira a que la UNESCO la declare patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

Es la más importante de las procesiones que conforman la Semana Santa española por el número de pasos -33- que portan las veinte cofradías y el valor de los mismos, con obras de Juan de Juni y, principalmente, de Gregorio Fernández, y fue recuperada en 1922 por el arzobispo Gandásegui, aunque nació con la invasión napoleónica, en 1810, para controlar a los dominados mediante una pretendida normalidad.

La más antigua de todas es la Cofradía de la Santa Vera Cruz, que nació en 1498 en el seno de la orden franciscana, mientras que la más actual es la del Discípulo Amado y Jesús de Medinaceli, que procesionó por primera vez en 2014 y se incorporó a la comitiva General de Viernes Santo en 2015.

Cada una de ellas cuenta con una o varias esculturas de autores tan reconocidos como los ya citados Juan de Juni y Gregorio Fernández, además de Juan de Ávila, Juan Antonio de la Peña, Claudio Cortijo, Alonso de Rozas, Juan Guraya, Pompeyo Leoni, Miguel Ángel Tapia o Ricardo Flecha, entre otros.