Laboral

Los mataderos alzan la voz para mejorar las condiciones laborales y ser más competitivos

Reclaman la plena libertad de horarios en su funcionamiento para adaptarlos a sus necesidades de producción, demanda y conciliación

Costillares en un matadero leonés
Costillares en un matadero leonésMiriamChacoNIcal

Los mataderos de Castilla y León alzan la voz para reclamar algunas medidas que mejoran las condiciones laborales y, sobre todo, que favorezcan la conciliación familiar de los trabajadores y empresarios.

Así, la Asociación de Mataderos de Castilla y León (Amacyl) ha pedido a la administración autonómica la plena libertad de horarios en su funcionamiento, así como la exención de tasas por el funcionamiento fuera de horario durante los días festivos.

El régimen actual, según los casos, ordena tres horarios límite para el cierre de los mataderos: 15, 19 y 20 horas a las que deben acogerse necesariamente, pero la asociación prefiere libertad para adaptarlos a sus necesidades de producción, demanda y conciliación de la vida familiar y laboral de sus trabajadores.

La actual regulación ofrece unas horas de cierre que son "poco operativas", explica el presidente de AMACYL, Javier Roldán.

"Cada matadero tiene unos clientes con diferentes necesidades, un tamaño diferente, plantillas con distintos números de empleados y lo lógico es que estas empresas puedan elegir libremente a qué hora cierran para ser más productivos y viables económicamente", añade.

La libre disposición permitiría una mejor organización debido a que, además de los empleados de los mataderos, hay que coordinar a otras personas como son los ganaderos, con sus rutas de transporte, y los veterinarios.

En cuanto a las tasas por festivos y horas trabajadas fuera de horario, el presidente de AMACYL considera que son "ilógicas y abusivas" porque lo que se pretende es ofrecer "un mejor servicio" ya demás el trabajo "es el mismo que en el horario habitual".

Estos gastos adicionales incluso podrían sobrellevar el cierre de algunos mataderos, "con el consiguiente daño a las economías rurales donde tienen mayoritariamente su implantación y donde contribuyen de manera importante al empleo y fijación de población", concluye