Cultura

El Patio Herreriano reflexiona sobre las relaciones entre artistas y el potencial expresivo de las formas

El centro museístico vallisoletano abre sus puertas a dos nuevos proyectos que no dejarán indiferente a nadie

"La ocupación. Carta blanca a Cabello/Carceller"
"La ocupación. Carta blanca a Cabello/Carceller"Patio HerrerianoLa Razón

El Museo Patio Herreriano acoge desde este fin de semana dos nuevas e interesantes exposiciones que se suman a las otras cuatro que se encuentran ya en marcha. La primera de ellas es “La ocupación. Carta blanca a Cabello/Carceller”, un proyecto artístico, instalado en las salas 3, 4 y 5 que revisa una trayectoria que arranca hace tres décadas y que constituye una de las referencias más importantes en el marco de las prácticas artísticas de nuestro país

La ocupación se plantea como un recorrido invasor que atraviesa el espacio de las salas del Patio Herreriano en diferentes direcciones temáticas y espaciotemporales. En conversación permanente con algunos de nuestros trabajos artísticos, que actúan como eje narrativo, se posibilitará el diálogo con propuestas de otros artistas procedentes del contexto español, según informan desde el centro museístico. Se trata de buscar momentos de confluencia para elaborar un relato muy personal, y en torno a ellos se establecen redes relacionales que estiran los significados presentes en los significantes que ocupan los espacios del Patio Herreriano.

Tras su paso por la Bienal de Sao Paulo y la presentación, hace tan solo dos semanas, de “Locura social. Musical contra un fusilamiento” en el Conde Duque de Madrid, Cabello/Carceller recalan ahora en la planta segunda del Museo rodeadas de un elenco de ocupantes de diferentes generaciones, artistas activas desde la vanguardia hasta nuestro tiempo, pasando por los años del conceptualismo, los ochenta o los noventa, que es el momento cuando Cabello/Carceller irrumpe en la escena artística española y europea. La exposición ocupa las salas 3, 4 y 5 y podrá verse hasta el 10 de marzo de 2024.

La segunda de las exposiciones es “Aprendices Errantes”, de Cristina Mejías (Jerez de la Frontera, 1986) un trabajo realizado de manera específica para la sala 8 en el que la artista despliega las estrategias que le han situado como una de las artistas más relevantes de su generación.

Una muestra que responde a la invitación del Museo Patio Herreriano a “intervenir” uno de las salas más complejas del antiguo monasterio de San Benito. Con un fuerte interés en la materialidad de la voz y en el potencial expresivo de las formas, Mejías ha concebido una instalación que recorre los tres ámbitos en los que se divide este espacio, dotándolos de unidad y coherencia. Es un proyecto en el que la artista ha trabajado intensamente en el ArtWorks, un importante centro de producción al norte de Portugal, gracias a la ayuda de Matadero Madrid y Acción Cultural Española.

En este proyecto -dice Cristina Mejías en conversación con Pilar Soler Montes- confluyen una serie de investigaciones que comparten un interés común: la atención a la transmisión de conocimiento que es cambiante y subjetivo y escapa de su traducción a un lenguaje escrito. Se plantea una reflexión sobre cómo se producen los saberes, cómo ocupan un cuerpo y se transfieren bajo la intersubjetividad que se produce en cualquier intercambio.

Imágenes: A la izquierda, imagen de proceso de trabajo de Cristina Mejías para Aprendices errantes, 2023. A la derecha: Cabello/Carceller: Vista de la instalación Utopía (After David Hockney), 1999, en el MPH.

Programa expositivo del Patio Herreriano

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-David Bestué: “Pajarazos. Capilla y Sala 9.

-Manolo Laguillo: “Valladolid. Aquí y ahora”. Salas 1 y 2.

-“La ocupación. Carta blanca a Cabello/Carceller”. Salas 3, 4 y 5.

-Cristina Mejías. “Aprendices errantes”. Sala 8.

-“Vanguardia y Destino”. Obras de la Asociación Colección Arte Contemporáneo y Naturgy Energy Group. Salas 6 y 7.

-“Objetivo. Lo moderno”. Sala 0.