Cargando...

Medio ambiente

Las plantas que solo crecen en esta zona de Castilla y León y no sobrevivirían en el resto de España

Además, la mejor época para visitarlas es ahora, de junio a septiembre, donde lucen en todo su esplendor

Dragoncillo de Gredos en todo su esplendor La razónLa Razón

Castilla y León es una de las regiones más extensas de Europa y, además, la que cuenta con mayor superficie arbolada. En concreto, 9,42 millones de hectáreas, de las que 5,13 son superficie forestal (un 54,5 % del total).

Ante tal extensión la flora de Castilla y León es diversa y variada, con una mezcla de especies mediterráneas y atlánticas debido a su ubicación geográfica. De hecho, a lo largo y ancho de la comunidad castellano y leonesa se pueden encontrar bosques de encinas, pinares (pino piñonero, pino resinero, pino albar), además de rebollos, hayas y sabinas, entre otros árboles. Igualmente, existen brezales, enebrales y pastos de alta montaña, así como una flora de gran interés incluida en el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León.

Pero dentro de esta ingente flora, Castilla y León cuenta con algunas especies de plantas que son endemismos, lo que significa que no se encuentran de forma natural en ningún otro lugar del mundo y que son particulamente valiosas por su singularidad. Además, suelen estar adaptadas a condiciones específicas de la región.

Y un ejemplo destacado es la abulense Sierra de Gredos, una bella y espectacular montaña, cuyo hábitat la convierte en uno de los parajes naturales más interesantes de la Europa Occidental. Los fuertes desniveles y los cambios de orientación de las laderas hacen de este lugar un paraíso para la fauna y la flora. Entre las especies de animales que habitan en ella destaca la cabra hispánica.

Pero en lo que se refiere a la flora, los amantes de la botánica tienen que acercarse al menos una vez en la vida para comprobar la ingente cantidad de especies florales que la componen. Como por ejemplo estas:

  • Botón de oro de los querubines
  • Dragoncillo de Gredos
  • Consuelda del Almanzor
  • Centaurea de Gredos
  • Uva de gato de Lagasca
  • Teucrio de Gredos
  • Manzanilla de Gredos
  • Sideritide de Gredos
  • Escrofularia de Borgeau

Todas ellas solo crecen aquí ya que se han adaptado al clima de las altas cumbres. La mejor época para visitarlas es ahora, de junio a septiembre, ya que es cuando florecen y cubren con sus preciosas formas la tierra.

Destaca sobre todo el dragoncillo de Gredos, al que se conoce también como falso dragón o becerrilla leñosa, que habita muy cerca de las cumbres abulenses, concretamente a más de 1.400 metros. Se trata de una especie en serio riesgo de extinción tras miles de años viviendo en esta zona debido a su bajo éxito reproductivo, la escasez de recursos y la presión herbivoria que sufre.

Si bien, hay algunos proyectos de investigación como uno que se está desarrollando en la ETS de Ingenierías Agrarias de Palencia, dependiente de la Universidad de Valladolid, que persigue la preservación de esta preciosa planta que en los últimos años, además, se encuentra prácticamente oculta en los últimos tiempos por el avance del piorno, cuyo amarillo apenas deja ver la flor morada y blanca del dragoncillo.

Junto a esta variedad de flores de diversos colores y olores, la abulense Sierra de Gredos presume de contar entre sus vecinos más ilustres a los encinares, los alcornocales, los pinares o los melojares, pero también hay prados de dientes, prados de sega, cervunales, tremedales y bordes de lagunas que hacen de este lugar un paraíso floral.