Curiosidades
De Puercas a Muñecas: Los pueblos con los nombres más divertidos
Castilla y León presume de una toponimia de lo más original que ha dado y da para más de un chascarrillo
Castilla y León es la región de la España autonómica que cuenta con un mayor número de municipios, con 2.248, de los 8.312 que hay a lo largo y ancho de la geografía española, incluido el más antiguo: Brañosera, cuna del municipalismo, ubicado en la provincia de Palencia.
Todos ellos, más grandes o pequeños, tienen sus pecualiridades e historia y cuentan con alguna joya artística o arquitectónica que los hace únicos. Pero, además, les hay que presumen de una identidad particular forjada en muchos casos por un nombre característico que hace pecualiares a quienes vive y trabajan en esos lugares.
Una toponimia curiosa a la par que divertida que siempre saca alguna sonrisa sin maldad a quien se acerca por vez primera a estos municipios o cuando lee los letreros situados en las carreteras.
Pueblos pintorescos cuyos habitantes han ido creando a lo largo del tiempo diversas denominaciones fruto de acontecimientos históricos o de las tradiciones locales.
En Huelva hay un municipio que se llama Cabezas Rubias, mientras que en tierras jienenses se encuentra Guarromán o Venta de Pantalones, y en Almería está Matagorda. Tambioén en Andalucía es curioso el municipio de Meadero de la Reina, en la provincia de Cádiz.
Guasa, en Huesca; Entrepenes y Villapene, en Asturias y Lugo, respectivamente; Quintapino, en La Coruña; Berga, en Barcelona; Malcocinado en Extremadura; Bar, en Lérida; Cenicero, en La Rioja; O la Chulilla valenciana, son algunos ejemplos de esta singular toponimia existente en España.
¿Y en Castilla y León?
La comunidad histórica formada por los antiguos reinos de Castilla y de León no no le anda a la zaga respecto al resto de territorios, y también presume de nomenclaruras de lo más originales que han dado y dan para más de un chascarrillo.
Es el caso de Villaviudas en Palencia; Muñecas y Recuerda, en la provincia de Soria; Tinieblas de la Sierra y Pesadas, en Burgos; o Moratones, Puercas, Cazurra, Peleas de Arriba y Peleas de Abajo, en Zamora.
En la provincia de Segovia tienen su aquél los nombres de Bernuy de Porreros o Coca, pero también Madriguera. Y en tierras vallisoletanas está Pollos, Wamba, Pozal de Gallinas o Ataquines, donde cuenta la leyenda que esta denominación surgió por una anécdota sucedida entre Isabel La Católica y una de sus doncellas. Según se dice, la reina se dirigía a Arévalo desde Medina del Campo cuando se le desató el cordón de seda de uno de sus zapatos. Disgustada, le dijo a Inés, que formaba parte de su corte, «Ata aquí Inés».
La Hija de Dios, Cabezas de Alambre, Aveinte o La Colilla, en tierras abulenses; Villalibre de la Jurisdicción,Calaveras de Arriba y Calaveras de Abajo o Calamocos, en León, este último en alusión a los montes que rodean la localidad que proviene del latín medieval, (calamaucum) que significa además 'gorra en forma de montera o mitra, son otras localidades con nombres singulares.
Y en tierras salmantinas están Pelabravo, Buenamadre, Machacón o Diosleguarde, llamado así este último porque según parece hace tiempo había un bosque tenebroso en dirección a Tenebrón (de ahí el nombre) donde había muchos lobos, y cuando alguien se iba a cierto lugar atravesando este bosque tenebroso se le decía Dios Le Guarde para que el Señor le protegiera en el camino.
No están todos los que son, porque la lista es amplia y no se acabaría nunca, pero si que estos que han aparecido en estas líneas de La RAZÓN sirven de ejemplo.