De ruta por los pueblos más bonitos de la Sierra de Francia

Apenas quedan ya un par de semanas prácticamente para que dé comienzo el verano y, con él, las playas del litoral español cobrarán protagonismo. Pero antes de que esto ocurra, y cuando el calor todavía no ha empezado a apretar, los que estén buscando una escapada de fin de semana en plena naturaleza y lejos del mundanal ruido, donde poder comer estupendamente y descansar, en estas líneas habituales de cada viernes queremos recomendar un lugar que a buen seguro no dejará indiferente al viajero: La Sierra de Francia en la provincia de Salamanca.

Una zona espectacular, conocida por su impresionante belleza natural, su rica historia y su encanto rural, que se encuentra junto a la Sierra de Béjar, al sur de la autovía que une Salamanca y Ciudad Rodrigo y al norte del Valle del Jerte, y uno de los lugares rurales más bellos de España, con el famoso pueblo de La Alberca, como epicentro o centro neurálgico.

Un lugar mágico y privilegiado que, además, se puede visitar cualquier día o estación del año y nunca dejará de sorprender. Las setas en otoño, la paz y la nieve en invierno, la explosión floral ahora en primavera y el descanso sin apenas ruido y lejos del asfixiante calor de la meseta o de la humedad del mar del periodo estival, tienen sus encantos, y para gustos los colores.

De hecho, la Sierra de Francia se encuentra dentro del Parque Natural de las Batuecas-Sierra de Francia, una reserva de la biosfera en la que habitan especies protegidas como el búho real, el águila real o el lince ibérico.

Su punto más alto es el pico de La Hastiala, que supera los 1.700 metros sobre el nivel del mar y se caracteriza por su relieve montañoso, con valles profundos, picos rocosos y frondosos bosques. La comarca cuenta con una gran cantidad de pintorescos pueblos que conservan su arquitectura tradicional y que bien merecen una visita para conocerla y, de paso, entablar relación con sus gentes y disfrutar de sus costumbres y gastronomía.

La Mancomunidad de la Sierra de Francia está formada por 15 localidades que le aportan una personalidad única. De esos 15 municipios, seis han sido declarados Conjuntos Históricos Artísticos.

En estas líneas destacamos cinco de ellos:

La Alberca

La Alberca es el pueblo más bonito de la Sierra de Francia y también el más turístico. Carece de monumentos o de edificios relevantes, salvo la iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVIII que, como curiosidad se terminó en 1733, el mismo año que la Catedral Nueva de Salamanca. Pero La Alberca ofrece al turista algo que no tiene precio: poder perderse por su laberinto de calles estrechas y sinuosas repletas de construcciones tradicionales que se conservan casi a la perfección, con sus plazuelas y rincones. La Alberca fue el primer pueblo de España declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1940 y se identifica con la estructura de las juderías y recuerda a la herencia de los arrabales de las ciudades musulmanas.

Además, el municipio conserva la artesanía de sus antepasados, con numerosos productos y objetos que se realizan de manera artesanal hechos en madera, cerámica y bordados, destacando la riqueza del traje albercano complementado con oro y joyas.

Y entre las fiestas destaca es la del Cerdo de San Antón, el 13 de junio en la que se bendice un pequeño cerdo que se mueve por el municipio alimentado gracias a la voluntad de los vecinos. El 17 de enero es subastado entre todos ellos. La gastronomía tiene a este animal, del que se aprovecha todo, como protagonista, además del cabrito cuchifrito, el tostón asado o el hornazo.

Y para los amantes del senderismo o la bicicleta de montaña, existen varias rutas para disfrutar solos o con amigos y en familia, como la Ruta La Alberca-Portilla La Bejarana-La Alberca o la Ruta Camino de las Raíces.

Mogarraz

Este municipio está situado sobre un pequeño rellano de la falda de la montaña, lo que permite la contemplación de unas vistas únicas sobre la Sierra de Francia y el Valle del Alagón. Su gran patrimonio histórico y cultural hizo que en 1986 fuera reconocido como Conjunto Histórico-Artístico, entre otras cosas por sus calles estrechas y sinuosas que seducen al viajero. De su patrimonio destaca la iglesia renacentista de Nuestra Señora de las Nieves, con torre separada para cumplir con funciones defensivas. Asimismo, la localidad cuenta con interesantes museos, como la Casa de las Artesanías o el Museo del Ibérico, acerca de la elaboración de productos derivados del cerdo. También destaca la Cruz de los Judíos labrada en granito, decorada con calaveras; el rincón de Mané; la Plaza Mayor; la Casa de la Inquisición; el patio y la vivienda de Melón; el Calvario. Y no hay que perderse las catorce fuentes y caños repartidas por la villa de las que fluye un agua, limpia, pura y cristalína. Algunas de las fuentes tienen más de cuatrocientos años.

Su economía se fundamenta en el cultivo de la vid, la cereza, la madera y al sector servicios orientado al turismo.

San Martín del Castañar

Se trata de una localidad de poco más de 200 habitantes declarada Conjunto Histórico en el año 1982 por la belleza de su arquitectura popular con sus casas tradicionales típicas. Además se encuentra localizado en uno de los parajes más bellos de nuestro país a poco más de una hora de la capital salmantina, a dos de Valladolid, y a menos de tres horas de Madrid. También destaca por contar con el reconocimiento de Turismo Sostenible en Espacios Protegidos y es Zona de Especial Protección para las aves, además de ser Reserva Regional de Caza y Pesca.

Villa de aire señorial, en ella se encuentra una atalaya entre dos arroyos. Su paisaje y su clima le crean un entorno realmente espectacular. En cuanto a su patrimonio histórico y artístico, destacan sus murallas y la Torre del Homenaje del que fue en su momento el castillo de la población. Destacan el museo Etnográfico, con una muestra de antiguos enseres y herramientas. También destaca la iglesia parroquial está dedicada a San Martín de Tours, que pone de relieve la influencia francesa en toda la comarca. A los pies se levanta una bella espadaña de finales del siglo XVI. En 1981 fue declarada Bien de Interés Cultural.

Igualmente, es bonita su Plaza Mayor, con la fuente en el centro, y el edificio del ayuntamiento con planta baja porticada, antiguo palacio episcopal, alhóndiga, cárcel y carnicería.

Destaca también la Plaza de Toros, dela que dicen que es la segunda más antigua de España. No es una plaza de toros típica ya que se caracteriza por su peculiar forma entre ovalada y rectangular. Consta de tres gradas permanentes y se instala una cuarta cuando se acerca el festejo taurino el día 11 de agosto coincidiendo con las fiestas patronales. Sus burladeros originalmente eran de granito ya que se aprovechó la roca madre que se encontraba alrededor, aunque en los últimos años ya se han instalado unos nuevos con un material menos dañino para la persona que se encuentre lidiando, pero se siguen utilizando.

Sotoserrano

Sotoserrano se asienta en una suave y amplia ladera soleada de gran potencial agrícola. Cerca de la unión de los ríos, Alagón y sus afluentes Cuerpo de Hombre y Francia. En el casco urbanoel viajero puede encontrarse con casas típicamente serranas y las calles estrechas que caracterizan los pueblos de estas tierras. La Plaza Mayor, presidida por la Torre del Reloj, es uno de los edificios más representativos del pueblo, al igual que su iglesia románica del siglo XIII. Cuenta con una fuente bien conservada que data del año 1791

Las fuentes fueron esenciales para abrevar las caballerías y surtir de agua a las casas del pueblo

El paisaje rural viene definido por la abundante vegetación de pinos, acebos, robles y madroños; y el aprovechamiento del terreno mediante bancales donde florecen frutales, olivos y viñedos.

El limón es uno de los platos típicos de la localidad. Lleva huevo, naranja, vino y carne entre otros ingredientes. También disfrutan del cabrito cochifrito o guisado, carne de jabalí. tostón al horno o frito, ternera a la brasa y los excelentes embutidos y jamones.

Villanueva del Conde

Este idílico pueblo se encuentra frente a Miranda del Castañar y destaca por su singular arquitectura, ya que todas las casas se organizan alrededor de una plaza con sus fachadas mirando al exterior. Es decir, forman una estructura defensiva a cuyo interior solamente se puede acceder desde sus callejinas y el patio interior.

Un pequeño monte la domina por la parte oeste, donde está situado el “Mirador de la Sierra”, lugar en el que se contemplan espléndidas vistas de toda el entorno. La arquitectura del municipio es un claro ejemplo de arquitectura defensiva, que presenta una estructura urbana singular ya que las casas se organizan formando un conjunto cerrado.

El tipo de vivienda es el característico de la serranía con la planta inferior construida con mampostería de granito y argamasa de barro y la planta superior con el entramado de maderos con los vanos rellenos de piedra y adobe.

En cuanto a su patrimonio artístico cabe destacar la iglesia parroquial del siglo XV-XVI, está dedicada a los mártires San Sebastián y San Fabián. La Ermita del Humilladero es una pequeña capilla del siglo XVII con una fachada simétrica. En su interior se encuentra una imagen del Cristo del Humilladero del siglo XVIII.

Además, cuenta con una piscina natural sobre el río San Benito, que es un lugar de ocio y de disfrute.