Curosidades
El sambenito que irrita a los vallisoletanos y que no se quitan ni con agua hirviendo
Un término que ha creado arraigo desde hace más de 40 años y que se suele usar de forma despectiva
España es un país histórico donde los haya, que llegó a ser un gran imperio que dominaba los mares y océanos. Pocos países tienen una historia tan rica y vasta como la de nuestro país. Quizás China, Francia o Reino Unido pueden competir algo con España que ya empezóa florecer con la llegada de los romanos y se construyó como nación con los Reyes Católicos en el siglo XV.
La influencia de lo español se ve en la Américana Hispana tras la conquista por parte de Cristóbal Colón. Y el propio Thomas Jefferson, el tercer presidente de los Estados Unidos, sentenció que la historia antigua de los EEUU "se escribe en español”. Otto Von Bismarck, canciller del Reich alemán en el siglo XIX, dijo una de las frases más famosas y populares para definir a España: "Es el país más fuerte del mundo. Los españoles llevan siglos intentando destruirlo y no lo han conseguido".
En España, por ejemplo, los símbolos nacionales como la bandera, el escudo y el himno, aunque son ampliamente reconocidos y representan al país, generan en la sociedad controversia o debate sobre su significado y uso. Algo similar ocurre con algunos términos, como facha, que habitualmente utiliza la izquierda política para intentar ganar la batalla del lenguaje apelando al voto del miedo al fascismo.
Un término que ha regresado con fuerza en los últimos tiempos con Sánchez de presidente para separar a todo aquello que no va con su ideario socialista o forma de entender la vida. Si bien esta palabra, aunque ahora se emplea para casi todo de forma despectiva, nunca se terminó de ir el todo.
Lo curioso de la expresión «Facha», que deriva de la pronunciación de las italianas «fascio» y «fascista», es que su origen no está en el fascismo sino más bien en la propaganda comunista para despreciar a los que no eran de su cuerda. Así que, según la ideología de izquierda y extrema izquierda, en la que se encuentra Unidas Podemos o Sumar, facha es todo aquél que no comparta sus ideas y opiniones políticas. De hecho, nuestro presidente Pedro Sánchez ya dejó claro que todo lo que no está en su órbita se encuentra en la "Fachosfera". Un delirio que ha llevado a algunos dirigentes de la izquierda más extrema como Ada Colau a decir que los Reyes Católicos, que vivieron en el siglo XV y XVI, eran unos "fachas".
Pero dicho todo esto, en estas líneas de LA RAZÓN queremos hablar de un término que está relacionado con la palabra "facha", y que afecta a los que viven y trabajan en una capital española. Valladolid. Una localidad cuyos habitantes se irritan -y con razón- cuando alguien se refiere a la ciudad como "Fachadolid" en lugar de Valladolid.
Seguramente el mayor insulto que le puedes hacer a un autóctono de la zona, cuando encima hasta hace poco ha estado gobernando y durante ocho años un alcalde socialista, ahora ministro de Transportes, Óscar Puente, con el apoyo de Valladolid Toma la Palabra, antigua Izquierda Unida, sin contar los años que estuvo Tomás Rodríguez Bolaños como regidor vallisoletano (1979/1995).
¿Y de dónde viene este término para referirse a la antigua capital del Reino de España?
Pues esta expresión despectiva, según algunas teorías, prodría proceder de antes de la Guerra Civil Española, en concreto del año 1934, cuando la Falange española y las JONS (las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista) se fusionaron en el Teatro Calderón de Valladolid en el ya famoso 4 de marzo. Otra leyenda habla de que la causa de este término es la laureada del escudo de la ciudad, que dicen que es un reconocimiento de Valaldolid al General Franco
Aunque la teoría más extendida tiene que ver con un reportaje periodístico publicado por la revista Interviú en 1981. “Valladolid es Fachadolid. Toda una ciudad vive desde hace dos años atemorizada por una banda de pistoleros, niño de papá y macarras, que todos conocen menos la policía, y que han dado pie a Blas Piñar para decir en el último congreso de Fuerza Nueva que la calle "es nuestra". Así arrancaba el artículo de Interviú, firmado por Nicolás Sánchez, seudónimo bajo el que se escondía Fernando Valiño, periodista de ‘El Norte de Castilla’, cuyo titular era aún más elocuente: "En Fachadolid han dicho basta".
Un artículo en el que se hacía alusión a algunos acontecimientos que habían ocurrido en esos años en Valladolid, como un atentando en un local de la ciudad a manos de tres ultraderechistas; el artefacto explosivo, compuesto por más de cuatro kilos de pólvora prensada, que destruyó casi en su totalidad la sede provincial del PSOE de Valladolid, también en 1981; o el atentado contra la sede del Movimiento Comunista en la ciudad dos años antes, en 1979.
El reportaje generó mucha polémica e incluso hubo muchas demandas judiciales. De haber sido en esta época, hubiera incendiado las redes sociales, pero en aquella época no existían estas.
Pero desde entonces la palabra "Fachadolid" ha creado arraigo y se utiliza para denominar a la capital castellana, sobre todo cuando se quiere hacer de forma despectiva aunque a veces se utiliza como chiste fácil entre los humoristas, aunque a los vallisoletanos, dicho sea de paso, no les suele hacer mucha gracia ya que además ven injusta esa denominación.
Y es que si se repasa la historia durante la Transición Española la extrema derecha cometió otros asesinatos políticos en más partes de España, como la famosa matanza de Atocha en Madrid, y a esas ciudades no les colgaron el sambenito de fachas.