Verano
Siete trucos para enfriar el vino en tiempo récord y disfrutarlo en verano
Los amantes del vino, con el calor del verano, buscan fórmulas para refrescarse y hacer frente a la canícula sin dejar de disfrutar de lo que más les gusta
Los amantes del vino, con el calor del verano, buscan fórmulas para refrescarse y hacer frente a la canícula sin dejar de disfrutar de lo que más les gusta, que no es otra cosa que una buena copa de su caldo de uva favorito.
Un vino expuesto a altas temperaturas sufre el riesgo de que esa oxidación aparezca y pierda su frescura. El calor del sol, o el calor de un horno que esté cerca a las botellas, hace que las reacciones químicas del vino se aceleren y se dañe.
Ahora en verano, los vinos blancos, rosados y espumosos se adaptan mejor a las temperaturas y platos de verano. No obstante, los vinos tintos jóvenes, más afrutados, también puede ser una buena opción.
Para ello, desde el Grupo Matarromera, ofrecen unos consejos enfriar el vino sin que pierda su esencia.
El primero y más obvio, es poner la botella en una cava a la temperatura adecuada para que, con tiempo, la botella alcance la temperatura ideal.
Pero si quieres enfriar una botella en tiempo récord, lo que hace falta es una cubitera, hielo, agua y sal.
Para ello llena una cubitera con hielo, añade agua muy fría y añade sal. Al igual que cuando nieva la sal derrite la nieve, al añadir sal al hielo, se consigue que el hielo se derrita muy rápido, disminuye la temperatura del agua y, en consecuencia, se enfría la botella que se encuentra sumergida en la cubitera.
Un paño húmedo y hielo
Algo parecido puedes conseguir si se humedece con agua muy fría un paño y con él envuelves la botella. Si acto seguido se sumerge en hielo (o incluso en el congelador), se logra que el paño se enfríe mucho y que, por ende, se enfríe también rápidamente la botella de vino.
También con papel de cocina. Igual que el método anterior, pero usando papel de cocina mojado en lugar de un paño.
Con uvas congeladas. Puedes congelar uvas y añadirlas a la copa antes de servir el vino. Funcionan como cubitos de hielo que absorben el calor sin diluir el vino y además una vez descongeladas tendrás un rico bocado.
El vino en bolsa de congelar. Se vierte la cantidad de vino que quieras en la bolsa, se cierra y se mete en el congelador o en agua con hielo. En 15 minutos tendrás el vino frío pero eso sí, no cuentes con que mantenga su calidad a menos que sean bolsas de vacío.
Finalmente, están los enfriadores son siempre una buena opción. Son unas pequeñas fundas con el tamaño justo de una botella que puedes conservar siempre en el congelador. Si se necesita enfriar una botella de vino rápidamente, siempre se puede recurrir a uno enfriador para poder seguir enfriando o para mantener la temperatura cuando la botella ya está sobre la mesa.
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