Patrimonio

La sorprendente iglesia "encastillada" con dos torres que se yergue en la Castilla más despoblada

Se encuentra en un municipio de Soria donde habitan en la actualidad unas 25 personas

Iglesia "encastillada" de Hinojosa del Campo
Iglesia "encastillada" de Hinojosa del CampoSoria Ni Te la Imaginas

Son localidades pequeñas, ahora muy despobladas, pero que siguen teniendo un inmenso patrimonio, muchas veces desconocido, pero que asombra por la peculiaridad de sus formas. Nuestra protagonista se encuentra en la provincia de Soria, concretamente en uno de esos pueblos más despoblados, que aguanta el paso y el envite de los años. Estamos hablando de Hinojosa del Campo, que cuenta en la actualidad con alrededor de 25 habitantes.

El mayor capital artístico, es sin duda alguna, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, encastillada con dos torres, que consta en el Catálogo de Bienes de Interés Cultural, con categoría de monumento en septiembre de 2016. Una de las torres es de estilo bereber (Bien de Interés Cultural de 1949) y la otra de origen cristiano, de la que queda buena parte de su fábrica románica.

Cuando uno se aproxima hasta la localidad, va sorprendiendo el perfil de la iglesia-fortaleza y sus dos torres destacando sobre el conjunto del pueblo por su considerable altura y desde sus alturas se puede ver toda la Vega del Rituerto, desde donde se pueden ver otras torres similares.

Iglesia fortificada de Hinojosa del Campo
Iglesia fortificada de Hinojosa del CampoSoria Ni te la Imaginas

La iglesia se trata de uno de los mejores ejemplos de iglesia fortificada de las existentes en Castilla y León, y su primitiva construcción responde al esquema habitual del Románico popular, con una nave cubierta con estructura de madera y cabecera y compuesta por un presbiterio y ábside semicircular.

Investigadores apuntan a que la menor de las torres, podrá haber sido construida en el siglo X, aunque otros la atribuyen a dos siglos después. Fue construida con la técnica del tapial, en mampostería y calicanto. Conserva una de las ventanas originales en el muro sur. Junto a la cabecera de la iglesia se levantaba una torre defensiva de gran altura por la que se accede por una puerta abierta en el arco de la gloria, tiene un pequeño campanario y perfil almenado coronando el otero.

En la actualidad, la iglesia presenta una planta de una sola nave y la cabecera se cubre con un cañón apuntado sobre el presbiterio y bóveda de horno en el ábside y la que sobrevive ahora, son a partir de obras realizadas en el siglo XVIII.

En su interior destaca su retablo barroco y una pila bautismal. Está decorado en la embocadura seguido de un friso con dientes de sierra y tallos ondulantes y donde destacan las aves y serpientes decorativas.

Aunque el mayor tesoro de esta localidad es la iglesia, por su ubicación, durante un paseo por sus calles podemos ver blasones de familias como los Salcedo o las Zapata.