
Historia
La localidad de la provincia más despoblada que con solo 5.000 habitantes presume de catedral
A pesar de ser considerada como una de las más infravaloradas de España, en su interior cuenta "con auténticos tesoros"

¿Puede una localidad de apenas 5.000 habitantes contar con una monumental catedral? Pues sí, y espléndida. Nuestra protagonista es la catedral de la Asunción de la Virgen, en la localidad soriana de El Burgo de Osma, que recientemente una publicación la ha considerado como una de las más "infravaloradas" de España. Pero vamos a hacer un poco de historia.
Sus orígenes se remontan al año 1101 cuando se refunda la diócesis de Osma, siendo su primer obispo Pedro de Bourges. Él fue el principal artífice de la construcción de la primitiva catedral románica, del que actualmente solo se conserva la antigua sala capitular y parte del claustro. La construcción fue continuada a lo largo de los años por sus sucesores y a mediados del siglo XII concluye su primera construcción, gracias en parte a las limosnas ofrecidas por los peregrinos en su tránsito hacia Santiago.
Un edificio que tuvo poco andadura, debido a la importancia en aquellos tiempos de la villa, que clamaba por tener espacios más amplios. Así, que sobre la mitad del siglo XIII, el obispo de entonces, Juan Domínguez, ordenaba su demolición para construir otra en estilo gótico. A lo largo de la Edad Media se continuaron haciendo reformas y hace que el templo tenga una planta de tres naves y cinco tramos que amplía, posteriormente con otras dos. Ya en el siglo XVIII se construye la girola que circunda el ábside principal.

El claustro gótico se construye en el siglo XVI. Una de las piezas más relevantes que cuenta esta catedral es el sepulcro de San Pedro de Osma, una de las piezas más importantes de la escultura funeraria medieval de España, conservado en muy buen estado y donde su policromía original expone la vida y milagros del santo.

Otra de las joyas es su Capilla Mayor, presidida por un retablo dedicado a la Virgen María y que fue construido por Juan de Juni y Juan Picardo, con bastantes escenas referentes a la vida de la virgen. Frente a la Capilla tenemos el coro mientras que la sacristía mayor es obra del arquitecto Juan de Villanueva y decoradas con pinturas de Gabriel Juez.
Son varias las capillas con la que cuenta, lo que demuestra la grandiosidad de esta catedral. La de Santa Cruz, Santa Teresa, virgen del Rosario, Virgen del Espino, del beato Juan de Palafox o de la Inmaculada; la del Santo Cristo del Milagro; la de San Pedro de Osma, la de la Resurrección, la de San Agustín, la de Santo Domingo y la de Santiago.
Pero aunque la catedral, posiblemente es de lo más llamativo de la villa, merece una parada a fondo en la localidad soriana, comenzando por su Plaza Mayor, uno de los mejores ejemplos de plaza castellana que se puede encontrar en la actualidad. Allí se encuentra el Hospital de San Agustín, declarado Bien de Interés Cultural en 1999 y de donde destaca su fachada.

La columna vertebral de la villa parte de la Plaza Mayor con soportales que merece la pena descubrir. Tampoco nos podemos perder su Palacio Episcopal o la muralla, así como el convento del Carmen
Calle Mayor y calles aledañas. Y si se tiene tiempo se puede llegar hasta al castillo de Osma.
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