Sociedad
La Virgen de la Soledad se despide de su hijo antes del Santo Entierro de Cristo a las puertas de la Iglesia de San Joaquín y Santa Ana de Valladolid
La amenaza de lluvia impide la celebración de la procesión y se limita a un breve acto de reflexión y oración
La Virgen Nuestra Señora de la Soledad del Cristo Yacente, talla del siglo XVIII, se despidió esta tarde de su hijo durante el acto del Santo Entierro de Cristo, que protagoniza la Cofradía del mismo nombre, en la Plaza Santa Ana de Valladolid, donde se ubica el Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.
Y es que el riesgo de lluvia solo permitió que los cofrades mostraran la imagen de Cristo Yacente a la puerta de la iglesia para hacer un acto de reflexión y oración en lugar de procesionar por el entorno.
La imponente talla del Cristo Yacente de Gregorio Fernández volvió a aparecer en la Semana Santa vallisoletana, portada a hombros por los cofrades, y despertó las miradas de cientos de personas que esperaron, pacientemente hasta las 18.45 horas, la salida de la talla de la iglesia del monasterio. Entre ellas, estaba el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar. Una talla que expresa un gran dramatismo, con un Jesús desnudo, solo cubierto por un paño.
El cielo con nubes amenazaba lluvia pero el tiempo aguantó el Sábado Santo en Valladolid para que los ciudadanos pudieran participar de un emotivo acto de la Pasión, informa Ical.