Temporeros

Decía mi padre cada vez que le nombraban un nuevo ministro: «Ya me han nombrado otro temporero». Luego, cuando personalmente trataba con él en reuniones profesionales, su respuesta solía ser parecida a la que le dio un lord inglés a su mayordomo, cuando este le preguntó:

-Milord ¿Qué le ha parecido el nuevo subsecretario?

-Como las vías del tren, ambos forman parte de un sistema que no tengo el mas mínimo interés en destruir.

Ahora se nos vienen encima nuevos temporeros, a priori no pinta bien, pero tampoco seamos catastrofistas. Si aciertan, estupendo. Y, si no, a aguantar porque al fin y al cabo no hay temporero que cien años dure, según la sabiduría popular.

En fin, que ya me he ido y me volvería a ir de copas a ciegas, con Juanjo Aizcorbe de Vox, con Llanos de Luna del PP o con David Pérez del PSC, pero con otros de su mismo partido seguramente me aburriría como una mona.

Quizás les parezca un frívolo porque la política y los políticos cada vez me interesan menos, y ahora que se ha ido Rivera, menos todavía. A medida que más me gusta aprender de las personas, además tengo la habilidad de hacerme amigo de aquellos a los que admiro y no cambio una cena con el maestro Gonzalo Quintero que sabe todo de casi de todo y todo sobre el Derecho Penal, por una con ningún político. Por eso unos de los días que mas disfrute fue cuando le presenté y nos fuimos a cenar junto a Paco, al más listo, astuto y sabio de ellos, Miguel Ángel Revilla a quien le importa muy poco el nombre del temporero de turno porque a él solo le interesan Cantabria y España.

Precisamente Por España suerte a los nuevos temporeros y usted y yo a trabajar que nadie nos va a regalar nada y esperemos que no nos quiten mucho.