Congreso de los Diputados
Te lo juro por Snoopy
No hace tanto tiempo, ésta se convirtió en la expresión favorita de los pijos y pijas:
-Que fuerte tía, me ha dicho que vieron a Francisco de Paula dándose el pico con Mimí,
-No puede ser tía, no me lo creo,
-Si si si, es muy fuerte pero te juro por Snoopy que me lo dijeron.
No sé si los conocidos como pijos siguen utilizando esta expresión, entre otras cosas porque tampoco se exactamente quienes son los pijos, a mi mismo me han tildado de pijo en alguna ocasión pese a que soy abogado, profesor en dos universidades, reservista del ejército y escribo artículos con escaso éxito como este.
Pero a lo dicho, expresar con un juramento un rumor de un cotilleo constituye una frivolidad.
Aunque nada comparado con las frivolidades de nuestros Padres de la Patria en su toma de posesión en el congreso de los diputados.
-Lo prometo por las trece rosas.
¿Se imaginan ustedes que alguien hubiese jurado la Constitución añadiendo “lo juro por todos los curas y monjas asesinados en las checas durante la guerra civil”?.
Desde el máximo respeto para los curas y monjas asesinados en las Checas durante la guerra civil Y para las trece rosas, estas nada tienen que ver con el compromiso de un elegido por el pueblo para defender la ley más importante de nuestro ordenamiento jurídico.
A mí no se me ocurre acto más solemne que el momento en el que se asume el compromiso de representar a quienes te han elegido. Quienes ejercemos nuestra profesión estamos obligados a subirnos a estrados con togas que deben ser negras (no están permitidas las togas a topos, amarillos y verdes), nos dirigimos a los jueces utilizando el termino Señoría (no está permitido dirigirse a los mismos con términos como “escucha tronco lo que te digo”).
Claro que para ser abogado hay que estudiar una carrera y para ser político no.
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