Inés Arrimadas y Jordi Cañas

Hace ya algunos años, antes de que Ciudadanos aterrizase en Madrid, acudíamos a la capital a un acto que organizamos con el despacho de lo que empezaba a ser Movimiento Ciudadano.

Fuimos en tren y recuerdo una conversación interesante y amena entre vagón y vagón donde estábamos Albert Rivera, José Manuel Villegas, Jordi Cañas y yo, allí le ratifiqué a Albert mi apoyo incondicional, sin más limitaciones que no quería puesto en listas, ni cargo alguno.

Al terminar el acto nos fuimos a cenar los cuatro y a tomar una copa, recuerdo que en el hotel pensé “con esta gente al fin del mundo”.

Luego por errores o por circunstancias las cosas han ido como han ido, pero mis sentimientos siguen incólumes.

Días antes había conocido a Inés Arrimadas y en ese viaje, a la vuelta me dijo Albert que le había propuesto que fuera la cabeza de lista por Ciudadanos en las elecciones catalanas.

La idea me pareció espléndida, pues no solo es una mujer de trato exquisito y gran inteligencia, sino que además es una persona noble y leal, toda una líder como demostró derrotando al separatismo.

No me gusta la política y cada día entiendo menos lo que pasa, pero sí entiendo de lealtades como ha sido norma en mi vida. Así que cuando Inés decidió asumir el difícil papel que le ha tocado, le dije que estaría con ella en las mismas condiciones que con Albert y si además cuenta con el apoyo de un tipo extraordinario, una lengua ágil, un hombre culto y valiente como es Jordi Cañas mejor que mejor.

Hay otras cosas de otros partidos que también me gustan, otros políticos en los que también confiaría, lo confieso y les deseo lo mejor, pero creo honradamente que Ciudadanos es un partido necesario y además me puede el sentido de la lealtad y la amistad. Así que, ánimo, valor, fuerza y a por todas.