Cataluña suspende en igualdad: Las mujeres están más formadas pero sufren más pobreza

Aunque ayer por la mañana Meritxell Budó tenía reunión ejecutiva con el president de la Generalitat y el resto de consellers, no fue lo más acertado presentar el balance sobre la situación de la igualdad de género en Cataluña por la tarde. Porque avanzar hacia la igualdad es también avanzar hacia unos horarios que ayuden a conciliar. Si las jornadas laborales fueran más parejas a los horarios escolares, muchas mujeres no se verían empujadas a coger jornadas reducidas –porque son ellas y no ellos las que cogen más jornadas reducidas para cuidar de la familia, ya sean hijos o padres–.Y sin jornadas reducidas, la brecha salarial entre hombres y mujeres no sería del 23%.

En cifras absolutas, las mujeres cobran de media 6.521 euros menos al año que los hombres, una desigualdad en la que tiene que ver el peso del trabajo a tiempo parcial (22,2 % en las mujeres y 7,3 % en los hombres). De esto y de más desigualdades de género habló Budó en la presentación del dossier estadístico de «Las mujeres en Cataluña en 2020», elaborado por el Observatorio de la Igualdad de Género con motivo del 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres.

Pese a que hace ya cinco años que Cataluña tiene una Ley de Igualdad, los datos sacan los colores a una sociedad donde las mujeres ni tienen los mismos derechos que los hombres, ni la misma representación política o empresarial. Tampoco tienen los mismo sueldos, dedican más horas al trabajo doméstico y siguen sufriendo violencia machista.

Las mujeres en Cataluña el 57% de la población activa en edad de trabajar. Son 1.843.300, un 9,4% más que los hombres. Pero aunque está más formada, sufre más paro. La tasa de paro entre los hombres es de un 10,6% y entre las mujeres, de un 11,5%. Entre las categorías profesionales más cualificadas, las mujeres representan el 35,4% de los cargos de dirección y gerencia.

Las mujeres tituladas son mayoría, representan el 57% de la población con estudios universitarios. El 54,2% está licenciada en ciencias sociales o jurídicas, y un 22,4% en ciencias de la salud. Esto se traduce en que el 57,8% de los trabajadores científicos e intelectuales son mujeres. Sin embargo, son una minoría en ingenierías y arquitectura, donde apenas representan el 8%.

Pese a estar más formadas, tienen un mayor riesgo de pobreza. Si la tasa de riesgo de pobreza en Cataluña es del 21,3%, las mujeres corren un riesgo del 24,1% y los hombres del 18,4%. La brecha de la tasa de pobreza entre hombres y mujeres ha aumentado caso cuatro puntos desde 2013. El riesgo de pobreza se ceba, sobre, todo, en las niñas, que sube hasta el 34%. A las mujeres también les cuesta más llegar a final de mes. Basta con echar un vistazo al salario medio anual por sexo y edad para entender por qué. Las directoras y gerente cobran una media de 43.555 euros brutos cada años. Mientras que los hombres de un mismo estatus tiene un suelo de 55.739 euros. Es alarmante la precariedad de las mujeres menores de 25 años que cobran un salario medio de 9.438 euros al año. Ser migrante agrava la precariedad.

Las mujeres tienen peor percepción de su salud. El 41% sufre una enfermedad crónica, frente al 35% de los hombres, aunque tienen menos sobrepeso (43% versus 59%), fuman menos (20% ellas y 31% ellos), y beben menos alcohol (1,7% ellas y 6% ellos).

¿Por que no hay apenas mujeres alcaldesas y una presidenta de la Generalitat?

Los primeros gobiernos de Jordi Pujol, entre 1980 y 1992, no tenían ninguna mujer. En la primera legislatura democrática, las mujeres representaban el 5,2%. Hoy, Quim Torra cuenta con cinco conselleras y siete consellers. Se acerca a la idea de un gobierno paritario. Aunque según el indicador que mide la distancia en la que se encuentra una sociedad para alcanzar la plena igualdad entre hombres y mujeres, la dimensión que más se ha de trabajar es la del poder político, económico y social. En los últimos siete años, se ha pasado de 33,6 % del índice de igualdad de género en este ámbito al 59%. Si en la legislatura que va de 1991 a 1995, los municipios catalanes sólo tenían un 4% de alcaldesas, treinta años después hay un 22,9% de alcaldesas, pese a que hay un 44% de concejales que son mujeres y de que hay más mujeres formadas en el área de las ciencias sociales y políticas que hombres. Donde el índice de igualdad de género es más equilibrado es en la salud. Las mujeres leen más libros, los hombres más prensa. Ellas van más al cine y ven la televisión.