Franquismo

La Fundación Franco se planta ante Colau y permanecerá en Barcelona pese al veto

La institución que alberga los papeles del dictador abrió en enero sucursal en la capital catalana, pero se mantiene en la clandestinidad y sin establecer por el momento una sede física

Un busto de piedra de Francisco Franco apareció junto a la estatua ecuestre decapitada del dictador expuesta desde el lunes frente al centro cultural Born de Barcelona
Un busto de piedra de Francisco Franco apareció junto a la estatua ecuestre decapitada del dictador expuesta desde el lunes frente al centro cultural Born de Barcelonalarazon

Es una de las instituciones privadas más controvertidas tanto por su nombre como por los valiosos fondos documentales que guarda. Los papeles personales de Francisco Franco siguen en manos privadas y no en las del Estado al que representó de forma dura, para muchos como si fuera un cuartel, a lo largo de cuatro largas décadas, para algunos las más oscuras del pasado siglo en nuestro país. El que fuera uno de los principales responsables del golpe de Estado que tuvo lugar el 17 de julio de 1936 en África y Canarias, y un día más tarde en la península, cuenta con fundación propia en 2020. Desde que llegara el PSOE al Gobierno, la Fundación Nacional Francisco Franco ha cobrado un importante e inesperado protagonismo en la escena política española. Pedro Sánchez, que ha continuado la estela de José Luis Rodríguez Zapatero, ha situado la memoria histórica, en general, y la dictadura franquista, en particular, dentro de su agenda política. La muy reciente exhumación de Franco del Valle de los Caídos fue el principal logro de este programa. Otra de las asignaturas pendientes en esta línea es la ilegalización de la fundación .

No obstante, esta institución privada que guarda los papeles personales de quien fue jefe de Estado, además de conseguir más proyección pública en los últimos meses, también ha ido ampliando su red de delegaciones por toda España con la apertura de una en Barcelona. Este diario ha podido localizar a quien es su actual responsable en la capital catalana. Se llama Mar y prefiere que no se conozcan sus apellidos para evitar algún tipo de consecuencias a nivel social. Ronda los 50 años de edad y compagina su cargo con la dedicación al mundo financiero. Ella es la encargada de explicar que la delegación de la fundación no tiene aún una sede física. Así que, por el momento, no pueden guardar ninguno de los documentos, ya sean copias u originales, que tiene la central en Madrid. Así que, por ahora, han optado por mantenerse bajo un manto de clandestinidad.

Si bien, eso no quita que, según explica Mar a este diario, estén desarrollando actividad con conferencias sobre la etapa de Franco o la actualidad y presentación de libros. Con más de 80 asociados en Cataluña, según sus datos, afirma que más de la mitad de sus miembros tienen entre 40 y 55 años y pertenen a una «esfera social variada», algo que reconoce que le satisface.

Cuando asumió las riendas de la delegación, asegura que fue con la intención de «promover y difundir el legado de Franco». Por eso añade que «he sido una estudiosa de esa etapa. Se ha transformado por completo la historia y eso me animó a asociarme». ¿Alguna crítica hacia el legado de Franco? «Creo que la segunda etapa de Franco fue verdaderamente histórica e incomparable. La clase de media que había ahora es envidiada, ahora no existe. Llegamos a ser la octava potencia mundial. Todo esto el comunismo no lo perdona. Impidió que el comunismo se estableciera en España», responde. Repreguntada sobre la misma cuestión, asegura: «Tuvo sus más y sus menos, pero como toda etapa». Ni una palabra sobre la represión llevada a cabo por el bando nacional durante la Guerra Civil ni sobre la que las autoridades del régimen pusieron en marcha tras la victoria militar de 1939 y hasta la muerte del dictador.

Sobre el porvenir de la fundación ante la ofensiva del Gobierno, reconoce que ve posible su ilegalización. Todo ello porque, desde su punto de vista, «el tema de Franco es el comodín perfecto del Gobierno. Desde la etapa de Zapatero ha sido uno de los objetivos del PSOE». «Actúan al margen de la Ley y es posible que tenga recorrido la ilegalización. A mí no me extrañaría. Cuando comenzó el tema de la exhumación, pensábamos que era imposible, y se logró. Su idea es reescribir la historia y hacer desaparecer una etapa de la historia en España de 1936 al 1975. En otros países no lo hacen y aquí, sí», agrega. «Vamos a dar la batalla legal», advierte en conversación con LA RAZÓN.

Pese a todo, lo que no ve posible es que el Ayuntamiento de Barcelona pueda evitar la presencia de la fundación en la ciudad. Para ello se apoya en que «la libertad de expresión debe ser para todos». «Nos la coartan. Les encanta es la tensión continua y el enfrentamiento. De momento, aquí seguimos porque nosotros tenemos nuestras ideas políticas, lógicamente, pero no somos activistas de calle ni lo vamos a ser. Si que vamos a apoyar siempre a asociaciones que sean afines, evidentemente. Nosotros defendemos siempre la españolidad de Cataluña. Queremos luchar contra la hispanofobia en Cataluña», apunta. En este sentido, también precisa que apuestan por estrechar lazos con organizaciones patrióticas, siempre que sean constitucionalistas y respeten el estado de derecho, «no ultras».

Sin embargo, la Fundación Nacional Francisco Franco no aparece en el registro de fundaciones que tiene el consistorio barcelonés. Como si fuera una ironía del destino, han optado por estar en la sombra, clandestina, como muchos de los que durante la dictadura tuvieron que esconderse para no acabar en la cárcel por culpa de sus ideas políticas.