Coronavirus
La Generalitat estudia el uso obligatorio de mascarilla a partir de los diez años en los colegios
Educación pactará las nuevas directrices con Sanidad pero garantiza el comienzo del curso escolar el 14 de septiembre
Después de que el secretario de Salud de la Generalitat, Josep Maria Argimon, pusiera en duda el protocolo de Educación para hacer frente al curso escolar, el conseller, Josep Bargalló, ha anunciado que la próxima semana se harán públicas nuevas directrices pactadas entre los dos departamenros.
Aunque la previsión inicial de Educación es que la mascarilla no sea obligatoria, Bargalló aseguró que hay discrepancias entre los expertos pedagógicos y los sanitarios. En todo caso, señaló que su uso dependerá de la evolución de la pandemia y reconoció que, si se mantiene la tendencia actual, se deberá empezar el curso con mascarillas en algunos territorios concretos. “Mi opinión personal es que, si evolucionamos como evolucionamos, tendremos que empezar el curso con mascarilla, como mínimo en algunos territorios. Si la evolución acaba mejorando mucho, sin mascarilla”, apuntó. Eso cambia en las actividades extraescolares donde los niños interactuarán con personas que no son de sus grupos diarios, por lo cual en estos espacios serán obligatorias el uso de la mascarilla y el distanciamiento social.
Por otra parte, otro de los retos es ver dónde y cómo se toma la temperatura a los alumnos. El conseller detalló que todas las escuelas tendrán las herramientas para tomar la temperatura, mascarillas y productos para la desinfección, pero que se tendrá que trabajar con cada centro como se utilizan. "Por ejemplo, coger la temperatura a la entrada de la escuela puede provocar aglomeraciones en la calle", puntualizó. El conseller también argumentó que los profesores podrán ayudar a cortar las cadenas de transmisión, ya que serán los primeros a detectar si hay un posible caso sospechoso en el centro educativo que, después, podrá ser trasladado al CAP para corroborar si tiene o no la Covid-19.
Así las cosas, en lugar de una normativa marco, todo apunta a que la vuelta al cole se diseñará en función de cada escuela y del desarrollo epidemiológico de la pandemia en cada zona. Los principales puntos a aclarar con Salud, en cualquier caso, son la ratio de alumnos por clase y la distribución de los grupos en los espacios. La idea es crear una suerte de 'grupos burbuja' con los que limitar las interacciones entre los niños. De este modo, aspiran a acotar la exposición de los pequeños y, en caso de que se detectara algún positivo, poder actuar rápidamente sobre los demás. Al respecto, Bargalló explicó que en el curso pasado había 20.000 grupos de infantil y primaria, y que en un 62% de estos grupos había 20 alumnos o menos, y en un 7% se superaba la cifra de los 25 alumnos. Para Bargalló, la presencialidad en las aulas es clave tras advertir de que hacer clases a distancia supone "muchos problemas, sobre todo porque no garantizan la equidad, pero también hay un tema de socialización, de conciliación familiar y de educación efectiva". Así, señaló que las clases a distancia tendrán que realizarse cuando las medidas de restricción que se impongan impidan hacerlas de forma presencial.
A la espera de que el jueves que viene se reúna el Estado con todos los consejeros de Salud y Educación autonómicos, Bargalló ha advertido de que deberán plantearse las opciones para los padres que tengan que quedarse en casa si su hijo debe estar confinado en casa por el cierre de la escuela. “Le toca al Estado resolverlo. Dar un baja médica al padre o madre de un alumno que esté en cuarentena o tener un subsidio o aportación económica. Hay diferentes soluciones. La única solución que no es buena es no hacer nada”, zanjó.
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