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La Generalitat augura nuevas restricciones y deja las elecciones al borde de la suspensión

Aragonès asegura que “vienen semanas muy difíciles” por el aumento de contagios y la presión hospitalaria

El president en funciones del Govern, Pere Aragonés, a su llegada a una sesión celebrada en la Diputación Permanente del Parlament, en Barcelona.
El president en funciones del Govern, Pere Aragonés, a su llegada a una sesión celebrada en la Diputación Permanente del Parlament, en Barcelona.David ZorrakinoEuropa Press

El president en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, ha tratado de ser muy prudente hoy, pero ha dado también señales que auguran nuevas restricciones en Cataluña para frenar la mala tendencia del coronavirus. Ante este escenario, la celebración de las elecciones catalanas previstas para el próximo 14 de febrero se antoja prácticamente imposible, aunque la decisión final se tomará el viernes en una reunión entre el Govern y los grupos parlamentarios.

“Nos vienen semanas muy complicadas”, ha avisado Aragonès, y se ha hecho eco de las restricciones que han tomado otros países, mucho más severas que las actuales que hay en Cataluña, para dejar entrever que la Generalitat podría seguir el mismo camino. “Nosotros, como ellos, haremos todo lo que esté en nuestras manos para garantizar la atención sanitaria de todos los ciudadanos”, ha afirmado, en alusión al riesgo de colapso de los hospitales debido al aumento de contagios. “Habrá que tomar decisiones complejas y complicadas”, ha añadido durante su intervención en el Parlament en la Diputación Permanente.

El president en funciones, eso sí, también ha dicho que la Generalitat siempre buscará un equilibrio para frenar la expansión del virus, pero teniendo en cuenta las repercusiones sociales y económicas que puedan generar. “Vemos por un lado voces que piden, con toda la razón del mundo, medidas contundentes; otras piden que las medidas no vayan excesivamente en contra de los legítimos intereses sociales de la actividad económica (...) Cada una de estas posturas, que no son absolutas ni nítidas, tiene parte de razón”, ha resumido. En cualquier caso, ha dicho que el Procicat -órgano que se encarga de tomar las decisiones- valorará los datos de hoy y mañana para decidir si el lunes mantiene las actuales medidas -confinamiento municipal y restricciones muy amplias en comercios- o las cambia, aunque no ha avanzado ningún detalle.

Cataluña ha despertado con un nuevo aumento de la presión hospitalaria. Hay 2.501 hospitalizados -56 más que ayer y 706 más que hace dos semanas- y 493 pacientes en UCI -16 más que ayer y 114 más que hace dos semanas-. La curva de contagios sigue su escalada y hoy se han notificado 4.876 casos, mientras la Rt -velocidad de transmisión- crece hasta el 1,27 y el riesgo de rebrote hasta 657.

En la misma línea que Aragonès se ha pronunciado la portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó. Budó ha defendido que “se debe garantizar el derecho de voto y garantizar la salud” y ha dejado entrever su posición favorable a posponer las elecciones. “Ahora mismo nos tiene que preocupar la salud de los electores y no resultados de las elecciones. Con este espíritu debemos valorar las elecciones del 14 de febrero”, ha explica.

Budó ha dicho que están recabando todos los datos de la forma más actualizada posible -recogiendo ya los efectos de las fiestas de Navidad- para la reunión del viernes, pero también ha avisado de que si no hay consenso, el Govern tomará la decisión final. “Gobernar es tomar decisiones”, ha sentenciado.

El secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, ha valorado hoy que los “datos epidemiológicos hace semanas que no van bien” y ha estimado que, actualmente, hay 20.000 contagiados y en torno a 80.000 y 100.000 confinados por contacto estrecho “a los que también habría que garantizarle el derecho a voto”. En este sentido, Argimon ha defendido que se tiene que garantizar un derecho fundamental y ha opinado que “no es el mejor escenario” para celebrar las elecciones. También ha descartado capacidad para vacunar a los miembros de las mesas electorales -hay tres personas por cada mesa (5.000)-.