Pedro Sánchez arropa a Illa en el arranque de campaña y pide el voto para “dejar atrás” la década del “procés”

El PSC ha contado con la presencia de Pedro Sánchez y Carmen Calvo para arropar a Salvador Illa en el inicio de campaña. El presidente del Gobierno, que tiene previsto participar en otros cuatro actos electorales más, ha intervenido hoy en el primer mitin de los socialistas catalanes celebrado en Barcelona y ha ensalzado la figura del exministro de Sanidad, ha reivindicado el trabajo de la Moncloa en pro de Cataluña -ha repasado las medidas e inversiones destinadas a la autonomía- y, sobre todo, ha pedido “dejar atrás” la década de la “división” del “procés”.

“El mundo se ha despedido del nefasto Trump, Europa se ha despedido del nefasto austericidio, todos estamos a punto de despedirnos de la desoladora pandemia del covid-19 gracias a la vacunación y Cataluña tiene la enorme oportunidad de dejar atrás una década que ha sido infructuosa, estéril”, ha afirmado desde la sede del PSC en Barcelona. Sánchez, igual que Illa, han optado por un discurso alejado en todo momento de la confrontación y de ataques a los adversarios políticos.

Tanto el presidente del Gobierno como el candidato han buscado proyectar desde el primer momento que el voto al PSC es “garantía” de cambio en Cataluña y de “pasar página” al “procés”. Han hecho énfasis, principalmente, en los costes sociales y económicos para la autonomía de tantos años marcados por el desafío independentista y, para poner punto y final a ese “viaje a ninguna parte” -en palabras de Illa-, Sánchez ha llamado a los catalanes a elegir en las urnas entre “inmovilismo o reencuentro, división o unión, problemas o soluciones”. “O seguir descendiendo por la pendiente de la decadencia o reaccionar y avanzar y recuperarse. Lo que hay que elegir es o más parálisis o movimiento”, ha añadido.

En el terreno de lo concreto, Sánchez también ha tratado de vender a los catalanes su balance en 2020 frente a los años de gestión “malgastados” por el Govern independentista y ha reivindicado el reguero de medidas adoptadas, así como el dinero destinado a Cataluña el año pasado: 21.900 millones de euros, según ha cifrado. Así, ha destacado, entre otras cosas, los 3.165 millones de euros del fondo Covid para financiar lo que “recortaron” anteriores gobiernos catalanes en sanidad y educación; los 675.000 trabajadores que se han podido acoger a los ERTE; las 115 empresas a que han podido recurrir a las líneas de avales del ICO; los 250.000 autónomos que han recibido una prestación extraordinaria por ceses actividad; o, los 7.000 hogares que han tenido acceso al Ingreso Mínimo Vital.

Illa, como Sánchez, ha centrado su discurso en la necesidad de superar el “procés” y todo el deterioro que ha comportado a Cataluña. Tanto a nivel social, por la división creada, como a nivel económico, por las oportunidades perdidas para afrontar los retos tecnológicos y ecológicos. Así, ha apostado por centrarse “en lo que importa” y aparcar “falsas quimeras”. “Unidos y aunando esfuerzos, seremos mejores”, ha asegurado, después de afirmar que es el candidato de quienes no tienen por qué explicar por qué “se sienten tan catalanes como españoles o una cosa más que la otra”, apelando así a votantes tanto constitucionalistas como independentistas.

En síntesis, el objetivo de Illa pasa por arrastrar tanto a los constitucionalistas que se marcharon a Ciudadanos como a la bolsa de votantes independentista moderada. “Cataluña necesita un cambio real, de raíz”, ha subrayado Illa, tras ensalzar al Gobierno que ha permitido dar la oportunidad a abrir una nueva era en las relaciones con la Generalitat, con mayor distensión. “Ya basta del gris con el que los gobiernos independentistas han querido pintar a Cataluña”, ha exclamado Illa, que ha lamentado que “la confrontación estéril solo ha servido para llevarnos a la cola de los ránkings de excelencia”. “Salimos a ganar”, ha clamado.