El PSC se une al soberanismo para aislar a Vox en el Parlament

A las puertas de que eche a andar la XIII legislatura en Cataluña y con el Parlament más fragmentado de la Historia, el PSC se ha unido hoy a Junts, ERC, la CUP y los comunes para trazar un frente común y aislar a Vox en la cámara catalana. En un comunicado conjunto del independentismo y el soberanismo, postconvergentes, republicanos, antisistema y el partido morado han destacado que la reunión ha sido “fructífera y se ha avanzado en la elaboración de un protocolo para minimizar el impacto de la extrema derecha” en el Parlament.

En otro comunicado a parte, los socialistas han explicado que han puesto sobre la mesa sus propuestas -ya las habían trasladado a los grupos la semana pasada- entre las que están coordinar los votos de todas las formaciones para evitar que ningún diputado de Vox sea elegido miembro de la Mesa de la Cámara catalana ni presidan comisiones o no firmar iniciativas conjuntas con la formación de Abascal, entre otras cuestiones.

Las cinco formaciones, eso sí, se han emplazado a seguir reuniéndose en los próximos días, concretamente la semana que viene con la vista puesta en el 12 de marzo, día límite para la constitución de la cámara y el arranque de la legislatura. El viernes de la semana que viene se deberá escoger también al presidente de la cámara y a los miembros de la mesa.

En la sesión habrá tres rondas de votaciones: los partidos podrán presentar sus candidaturas a la presidencia del Parlament, las vicepresidencias y las secretarías, y cada diputado votará en una papeleta. En el caso del máximo responsable de la cámara, si en una primera votación ninguno llega a la mayoría absoluta (68), se celebra una segunda en la que es escogido el nombre con más apoyos, ya sin mayoría absoluta.

El PSC, de hecho, fue el primer partido en mover ficha y presentar un plan “anti Vox” al resto de grupos. El documento es un cordón sanitario ante “la presencia de la extrema derecha” en la cámara, según consta en el texto, para excluir al partido de Ignacio Garriga -cuarta fuerza en las urnas con 11 escaños- de la Mesa del Parlament y de las mesas de las comisiones parlamentarias.

En el documento se concreta que los grupos firmantes participarán en los debates parlamentarios abiertos a iniciativa de Vox y tendrán libertad para fijar su posición, aunque se pide “evitar en la medida que sea posible” las alusiones personales a los diputados del grupo de “extrema derecha” -no cita específicamente a Vox en ningún punto del texto- para que no tengan turnos extra de intervención. El independentismo, en paralelo, también ha estado trabajando en su plan anti Vox en el marco de las negociaciones para formar Govern.

Por su parte, el PP ya avisó de que no participaría de “ningún cordón sanitario” a esta formación. Y Cs envió la semana pasada una carta al PSC pidiéndole que concretara si su propuesta de aislamiento se dirige a Junts, ya que cree que tiene planteamientos que “suelen asociarse con la extrema derecha” -el documento de los socialistas iba dirigido a Vox pero no lo citaba específicamente-.