Nuevo reparto

ERC hereda TV3 pero, ¿de quién dependerá realmente?

La nueva ley de los medios obliga al independentismo a ponerse de acuerdo con el PSC para la renovación de su cúpula directiva. También pone coto al nombramiento a dedo de directores

Jordi Sànchez y Pere Aragonès ante los medios de comunicación para presentar su acuerdo de gobierno
Jordi Sànchez y Pere Aragonès ante los medios de comunicación para presentar su acuerdo de gobiernoMiquel GonzálezMiquel González / Shooting

Acostumbraba a contar un antiguo colaborador de Jordi Pujol que el expresident había impulsado la creación de TV3, la televisión pública catalana, porque en realidad quería ser un “magnate de la comunicación”. Pujol basó gran parte de su obra de gobierno en arraigar el concepto de nación-país y fusionar la institución de la Generalitat con la de su propio partido: Cataluña era Convergència y Convergència era Cataluña, una idea con la que trabajó a lo largo de 23 años. Y entendió TV3 como una “estructura de Estado” desde la que reconstruir una sociedad a través de la catalanidad. Imprescindible.

Hoy, 38 años después y con un proceso independentista de por medio, TV3 sigue siendo una de las joyas de la corona de la Generalitat, un organismo con un presupuesto público de más de 200 millones de euros, influyente en el relato, siempre bajo sospecha de politización y en el centro de todas las críticas. Con el nuevo pacto atado entre Esquerra y Junts per Catalunya para reeditar el Govern de coalición bajo el mando de Pere Aragonès, la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales -el ente que gestiona TV3 y Catalunya Ràdio- sigue dependiendo del departamento de Presidència, ahora en manos de ERC, una de las grandes novedades del acuerdo.

Los republicanos, por tanto, pasan a controlar los medios públicos y la comunicación, una de las piedras angulares del Ejecutivo de la Generalitat. Ya lo hicieron durante los dos tripartitos con socialistas y ecosocialistas, el único período en el que TV3 no ha estado en manos del espacio convergente. Falta por saber quién ocupará el departamento, aunque los focos apuntan hacia Laura Vilagrà, “número dos” de Aragonès y dirigente de la máxima confianza de Oriol Junqueras. Sin embargo, la nueva ley la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales pondrá coto a su poder: la norma obliga al independentismo a ponerse de acuerdo y lograr una mayoría de dos tercios (90 diputados) en el Parlament que pasa por sumar sí o sí al PSC de Salvador Illa para renovar a su cúpula directiva.

El concurso imprescindible del PSC

Y la refundación de la cadena es una de las reclamaciones del PSC para esta legislatura, con un plan en dos velocidades para llegar al fondo de la cuestión y poner freno a la politización y nombrar en paralelo sus nuevos cargos. Y es que su consejo de gobierno -tres dirigentes más la presidencia (dos vinculados a la extinta CDC, uno de ERC y otro del PP)- tiene el mandato caducado y la propia presidenta, Núria Llorach, desempeña su labor en funciones tras aterrizar en el cargo en 2016 para sustituir a Brauli Duart (quien pasó a Interior dos años más tarde).

Además, la normativa establece que los directores de TV3 y Catalunya Ràdio tendrán que ser escogidos con un procedimiento público de selección de candidatos. Hasta el momento, su designación ha formado parte de las negociaciones entre los dos partidos de Govern, con el siguiente reparto: los ahora postconvergentes se aseguraron proponer al director de TV3 (Vicent Sanchis) y al jefe de informativos de Catalunya Ràdio (Francesc Cano), mientras que los republicanos plantearon al responsable de Catalunya Ràdio (Saül Gordillo) y al jefe de informativos de TV3 (David Bassa).