Ensayado
“¿Qué hacemos? ¿Cara de victoria o de funeral?”
Un vídeo grabado desde el interior de la cárcel de Lledoners desvela los preparativos para escenificar la salida de los siete indultados y el dilema entre Jordi Cuixart y Oriol Junqueras
Ha interpretado el independentismo una de las «performance» más esperadas del año, la de la salida de prisión tras los indultos a los condenados por el «procés», con suma organización a las puertas de Lledoners y ante un centenar de manifestantes, el Govern en bloque de ERC y JxCat y Pere Aragonès al frente liderando los abrazos. Afilados mensajes, puños en alto, «estelades» y banderas negras – una enseña que hace referencia a la que durante la Guerra de Sucesión española, origen del relato independentista, alzaron los defensores de Barcelona el 1 de agosto de 1714 en el castillo de Montjuïc- y una consigna: se sale para ganar, se sale para «lograr la independencia» y para «culminar el 1-O».
Dicho de otro modo: «Que nadie se equivoque. El Estado no ha podido con nosotros». Aviso claro y vuelta a empezar, que el “procés” continúa y entra en una nueva fase. Una conjura ensayada, un desafío pactado en el vestíbulo del centro penitenciario de Lledoners entre Jordi Cuixart y Oriol Junqueras con Jordi Sànchez como testigo invitado. Un vídeo publicado en exclusiva por TV3 desvela las imágenes inéditas de la salida y la conversación previa del ensayo:
- «¿Qué? ¿Con expresión de alegría o no?», pregunta Jordi Sànchez.
- «Hombre, claro que sí», responde raudo Jordi Cuixart. «Es una victoria, es una victoria, ha seguido para plantear, casi sin querer, el gran dilema: «¿Qué tenemos que hacer, como si estuviéramos en un funeral?»
Y aquí media Oriol Junqueras: “No no, funeral, que entonces parece que nos alegremos de que haya muchos represaliados”, ha advertido.
-”Victoria, victoria” replicaba aún Cuixart mientras alguien abría la puerta entre aplausos. “No no, funeral funeral”, seguía Junqueras cuando ya caminaba hacia fuera, hacia la carretera que conduce a la explanada exterior donde esperaban familiares, manifestantes y un nutrido grupo de medios, especialmente de gráficos.
Y es que ya lo ha dicho luego el presidente de Esquerra, sin mentar a nadie ni regalar el titular de acordarse de Carles Puigdemont: “Hoy no se acaba nada, todo continúa, somos nueve personas que nos añadimos al esfuerzo y el trabajo para la libertad de este país, para la amnistía de los 3.000 represaliados”.
Solventado el desajuste, los indultados de Lledoners han salido juntos con la pancarta “Freedom for Catalonia”, un lema que han situado en los años noventa, en la Barcelona Olímpica de Pasqual Maragall. Tras las fotos de rigor ha empezado la coreografía: Jordi Cuixart, el más exaltado, el más vehemente, el partidario de la “victoria” frente al “funeral” ha subido al estrado entre gritos de “lo volveremos a hacer”, el célebre mensaje que él mismo acuñó durante el juicio y ante el presidente del tribunal, Manuel Marchena.
“Hoy no es un día de renuncia, sino un día que nos reafirmamos. Sigue la lucha, que nadie se equivoque. La represión no nos ha vencido y no nos vencerá” […] “Si hoy estamos fuera es porque el Estado no ha podido con nosotros. No han sido capaces de aguantar la presión por Europa y los catalanes. Nos querían hacer perder todo y lo único que nos han hecho perder es el miedo. Hoy los catalanes no tenemos miedo”. Y avisó, antes de hacer con la mano la señal justa de V, de “victoria”: “Seguiremos ejerciendo los derechos condenados por el Supremo.
Desafío lanzado desde el minuto uno. Luego han pasado por el escenario los dirigentes de JxCat Jordi Sànchez, Joaquim Forn, Josep Rull y Jordi Turull, y Raül Romeva (ERC), todos echando mano de varias algaradas a favor de la “república”. “Nos han dado un indulto condicionado, revisable y parcial. Nuestro compromiso para culminar el 1-O no es ni parcial ni revisable ni condicionado”, ha advertido Turull.
El turno de Junqueras ha llegado al final, reservado para cerrar el acto. Y el líder de Esquerra ha usado su habitual retórica y ha replicado incluso a un manifestante cuando, hablando de “libertad”, le ha gritado “independencia”. Y ha contestado: “Esto es la libertad del país”. De hecho, ha sido uno de los más comedidos y ha medido al milímetro sus palabras, con la independencia en una mano y el diálogo en la otra: “Trabajaremos para hacer desde la política lo que nunca debió salir del mundo de la política, volvemos a este camino, ya que no hay ideal más importante que el compromiso por la libertad de un país. Seguiremos para cumplir el sueño de una república catalana”.
La única mención a Pedro Sánchez: su verso del Liceu
Al margen de Lledoners, Carme Forcadell ha acaparado foco al ser la primera en salir del centro penitenciario de Wad-Ras con el indulto y en insistir en la autodeterminación y la “república” para culminar “la gran victoria” del independentismo. Y Pedro Sánchez se ha llevado la única mención de la jornada en boca de Dolors Bassa, quien ha avisado con los mismos versos de Miquel Martí i Pol que el presidente del Gobierno pronunció en el Liceu el lunes: “Som on som, perquè tot està per fer i tot és possible” [Estamos donde estamos, porque todo está por hacer y todo es posible].
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