Independentismo
La CUP amenaza al Ejército con expulsarlos de Lleida
Los anticapitalistas respondieron de forma abrupta a una misiva de invitación
Nueva demostración de enemistad por parte de la CUP ante el Ejército español. Esta vez se trata de una carta enviada por el partido anticapitalista hacia los militares como contestación a una misiva enviada por el ejercito donde se disculpaban por no poder invitar a los partidos políticos, debido a la situación sanitaria, a la entrega anual de despachos.
Aunque se trataba de una carta meramente informativa y de disculpa hacia todos los partidos presentes en el Parlament de Cataluña, la respuesta de los anticapitalistas ha mostrado su lado más rencoroso con el ejercito. Además, la CUP ha utilizado en su carta de respuesta según informa el medio Vozpopuli el sello oficial del Parlament para dirigir su contestación.
Según el mismo medio, la respuesta ha sorprendido a los responsables del ejercito al ser su carta un mero formalismo con buenas intenciones hacia todos los partidos. Aunque parece que los anticapitalistas no han querido leer con buenos ojos la carta y han decidido contestar de malas maneras.
El partido contestó con una dura respuesta hacia los militares firmada por el diputado y secretario tercero de la mesa del Parlament, Pau Juvillà, donde se puede leer lo siguiente: «Pues a nosotros nos gustaría venir, sí. Venir a la Universidad del Pirineo. Que pondremos en el emplazamiento que hoy ocupa el AGBS y que será una herramienta básica para tejer la unidad del territorio».
Con la anterior afirmación los anticapitalistas hacen referencia a los terrenos que actualmente ocupa la Academia General Básica de Suboficiales (AGBS) en Lleida y que la CUP quiere convertir en una Universidad expulsando al ejercito del lugar. Esta propuesta es una de las ilusiones del partido aunque no cuenta con un apoyo mayoritario en el espectro político.
Además, y donde se puede observar mal tono ofrecido por los anticapitalistas es en el final de la misiva. Con un rotundo «Ustedes nos saludan, y nosotros los decimos adiós», el partido decidió contestar así a una mera formalidad por parte del ejercito que no pretendía ofender.
Este ha sido el último acto de rebeldía por parte de la CUP ante el ejercito español que tantos años lleva molestando a los anticapitalistas. Durante la gestión de la pandemia, por ejemplo, el ejercito se desplegó por el territorio para ayudar a desinfectar o construir hospitales de campaña para conseguir aliviar los efectos devastadores de esta, actos que la CUP rechazó en todo momento sin importar la situación sanitaria.
Cabe recordar que aunque los anticapitalistas no formen parte del nuevo gobierno de Pere Aragonès estos ofrecieron su apoyo a la investidura y tienen un pacto paralelo firmado con ERC. Así, todos aquellos actos que el gobierno de coalición catalán lleve a cabo están supervisados por los anticapitalistas para ofrecer su apoyo y estabilidad institucional.
La enemistad de estos con la armada española se ha visto reflejada en múltiples ocasiones, una de las más sonadas cuando un concejal de la CUP animó a “toser en la cara” a los militares tras el estallido de la pandemia en nuestro país, hecho que indigno a muchos miembros constitucionalistas del Parlament.
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