Muere Wilson, el longevo suricato del Zoo de Barcelona, apartado por la manada

Los suricatos se popularizaron a raíz de la película de El rey león. No en vano, Timón, uno de los protagonistas, era de esta especie. Pues bien, el Zoo de Barcelona, siempre en el ojo del huracán, ha despedido a uno de los animales más queridos y más longevos de las instalaciones, precisamente, el suricato Wilson, a los 22 años. Según el Zoo de Barcelona, Wilson era uno de los suricatos más longevos que podían encontrarse en instalaciones de Europa. En 2014 el animal fue desplazado por su grupo familiar y, por eso, desde entonces vivía en un espacio solo. Sin embargo, se trata de un comportamiento natural de la especie cuando los ejemplares alcanzan edades avanzadas.

Wilson era uno de los habitantes más antiguos viviendo en el Zoo de Barcelona y, también, uno de los más queridos por los cuidadores. Por eso, se ha instalado una placa en su recuerdo en el punto donde vivió en los últimos ocho años. Wilson, según ha avanzado El País, pasó los últimos ocho años de su vida solo, después de que el grupo lo expulsase a él y a otro más por considerarlos débiles al haber alcanzado ya una edad avanzada. Su compañero estuvo poco tiempo apartado, hasta que en abril de 2015 fue trasladado a otro zoológico en Francia. Los cuidadores del Zoo de Barcelona adaptaron entonces las instalaciones de los zorros voladores de la India, que habían quedado vacías, para que Wilson viviese ahí por su cuenta.

Los suricatos son originarios de África y son animales muy sociables: forman grandes colonias y viven bajo tierra. Tienen un carácter dócil e incluso en algunos puntos del mundo se tienen como animales de compañía. En un vídeo que el Zoo difundió en el 2019 se ve cómo los cuidadores le dan comida con la mano.

Fallecimientos ilustres

La última muerte de un animal que trascendió públicamente a las instalaciones del Zoo se produjo en el 2019. La delfina Anak murió a causa de una enfermedad vírica. Era el ejemplar de delfín de mayor edad del espacio y tenía aproximadamente 34 años. Su desaparición supuso un “golpe” para los cuidadores y también generó críticas por parte del comité de empresa que pidieron más inversión en las instalaciones.

Pero, sin duda, la muerte más mediática fue la del Copito de Nieve, conocido mundialmente. El gorila blanco murió el 24 de noviembre de 2003, después de vivir casi 40 años en Barcelona. Se convirtió en un símbolo de la ciudad.