Cataluña

Anna Gabriel, la antisistema en la ciudad más cara del país más capitalista del mundo

La ex cupaire es la primera mujer que dirige el sindicato suizo Unia Ginebra

El antes y el después de Anna Gabriel
El antes y el después de Anna GabrielGoogle

Ocurrió el pasado mes de febrero de este año. Unas 300 personas se manifestaron por las calles de Gràcia, en Barcelona, para pedir el regreso de la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, cuando se cumplían cuatro años de su “exilio”, o fuga, a Ginebra (Suiza) tras el referéndum ilegal del 1-O. Lo que quizá deberían plantearse los manifestantes es que si su opinión, buscando lo que creen que es mejor para Gabriel, coincide con el deseo y la voluntad de ella. El lema de la marcha fue “Te queremos en casa, Anna Gabriel”.

Pero lo cierto es que daba la sensación de que el deseo de Gabriel iba en otra dirección. Sobre todo ahora, con el cambio de rumbo que ha experimentado su vida laboral. Algo que no gustaba a su madre, Maribel Sabaté. En una entrevista, calificó el día de la huida de su hija como “el peor de su vida”. No obstante, insiste en que el apoyo de la familia a lo todo lo que haga es “total”.

En noviembre del año pasado, Gabriel fue escogida la primera mujer para dirigir nada menos que el principal sindicato suiza, Unia Ginebra. Su antecesor, Alessandro Pelizzari, lllevaba un año y medio fuera del cargo, y el organismo no tenía líder. La independentista optó al puesto y...lo consiguió.

El principal rotativo de la ciudad, “Tribune de Ginebre”, destacó la noticia y calificó a Gabriel de “perla rara”, pese a que ganó por una amplisima mayoría de delegados regionales.”Soy alguien que viste de rojo en lo profundo de su corazón”, dijo en ese momento. “Tengo muchas ganas de asumir, con un equipo femenino, responsabilidades que me tomo muy en serio. Los derechos de los empleados estarán en el centro de mis pensamientos”, añadió.

La ex diputada en el Parlament catalán se incorporó al sindicato en 2018, el mismo año en el que se exilió en el país helvético. Unia es el sindicato más importante de Suiza entre los que se dedican a defender los derechos de los trabajadores de la empresa privada.

Según informa la página web del sindicato, Unia cuenta con 190.000 afiliados de todos los sectores de la empresa privada. El objetivo del sindicato es lograr “un buen convenio colectivo de trabajo, dado que la legislación suiza ofrece una protección mínima a los empleados”, así como ofrecer “un buen servicio en asistencia jurídica y asesoramiento” a los afiliados. A nivel internacional, Unia tiene relaciones “con los principales sindicatos europeos”. Unia nació en 2004 como resultado de la mayor fusión sindical de la historia de Suiza, cuando se unieron decenas de sindicatos gremiales vinculados al sector terciario.

En España, el juez del Tribunal Supremo español Pablo Llarena mantiene activa una orden de detención contra ella en España, pero nunca se ha atrevido a activar la orden de detención internacional, a raíz de las advertencias de las autoridades suizas de que no concederían ninguna extradición por razones políticas. Llarena mantiene bloqueada una posible vía judicial de regreso a Cataluña de Anna Gabriel , que procesó por desobediencia. Y, pese a la absolución de Mireia Boya por el TSJC y la equiparación por parte de este tribunal del caso de Boya con el de Gabriel, Llarena se niega a trasladar la causa a un juzgado ordinario de Barcelona.

Con este nuevo cargo, de los primeros que se le conocen en el país helvético, Gabriel confirma su boyante vida en la ciudad más cara del mundo. La antítesis de lo que ella siempre ha defendido. Había llegado a calificar Suiza de “cueva de ladrones del mundo”.

Gabriel ya hace tiempo que ha cambiado sus coletas muy juveniles por otro corte de pelo más adulto y sus vestuario ha “madurado”, muy lejos de las camisetas que lucía en la cámara catalana. Uno de los motivos es que ya de antes de la presidencia sindical trabajaba en un despacho de abogados con contrato indefinido, según contó ella misma en Catalunya Ràdio. Paga de alquiler entre 1.700 y 2.500, que es el precio de los pisos pequeños, para que nos hagamos una idea del nivel económico de la ciudad. A todo ello hay que añadir que empezó un doctorado en la Universidad de Ginebra, que de entrada cuesta 4.000 euros.