Universidades
Los alumnos que hagan la selectividad en castellano tendrán que pedirlo de forma anónima para no ser señalados en Cataluña
Los estudiantes tendrán que decir por escrito el idioma escogido para las pruebas de acceso a la universidad
Un total de 40.557 estudiantes se examinarán de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) los próximos 14, 15 y 16 de junio, en las que los exámenes se deberán repartir en catalán, castellano y aranés, siguiendo las medidas cautelares dictadas por el TSJC el pasado mes de abril, aunque no será así de entrada. De esta manera, el departamento de Universidades no desobedecerá al tribunal, y preguntará de forma anónima a cada estudiante la lengua escogida.
Este año, las pruebas vuelven al formato previo a la pandemia provocada por la covid-19 y se harán durante tres días, en lugar de los cuatro establecidos durante la pandemia, indicó el Govern. Recordó que el uso de la mascarilla no tiene carácter obligatorio en espacios interiores, pero ha recomendado “usarla durante la prueba, tanto dentro del aula como en el acceso a ésta y en los pasillos”.
Del total de alumnos matriculados, 32.172 son estudiantes con matrícula ordinaria que han terminado este curso escolar el bachillerato; 4.612 proceden de matrícula libre, y 3.773 son estudiantes provenientes de ciclos formativos de grado superior que se examinan de alguna asignatura en la fase específica.
Las PAU se dividen en dos fases: la fase general, que es obligatoria y consta de un total de cinco exámenes, y la fase específica, que es voluntaria para todos los perfiles de estudiantes y sirve para subir nota.
En la fase general, los alumnos se examinarán de cuatro materias comunes (Lengua catalana y literatura, Lengua castellana y literatura, Lengua extranjera, e Historia) y de una materia a escoger entre las materias comunes de opción del bachillerato.
Así, los estudiantes podrán elegir entre Fundamentos de las Artes, Latín, Matemáticas y Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales.
Los alumnos que obtengan una nota medida de 5 entre la calificación de bachillerato y la obtenida en la fase general de las pruebas habrán superado las PAU y, por tanto, tendrán nota de acceso a la universidad.
En este cálculo, la nota de bachillerato tiene un valor del 60%, mientras que la fase general tiene un valor del 40%, siempre que el alumno obtenga una calificación mínima de 4 en la media de los cinco exámenes que integran la fase general.
Con las dos mejores calificaciones, una vez ponderadas, se calculará la nota de admisión que puede llegar hasta los 14 puntos.
La validez de la calificación obtenida en la fase general de las PAU es indefinida, mientras que las notas obtenidas en las materias examinadas como fase específica caducan a los dos años.
De esta manera, el Consejo Interuniversitario de Cataluña (CIC) ha decidido que que los alumnos que hagan la selectividad este junio puedan elegir con un formulario anónimo –no tendrán que poner el nombre– el idioma con el que prefieren realizar estas pruebas. Ésta es la manera que tiene la Generalitat de esquivar más o menos la decisión del TSJC, que aseguró que priorizar el catalán vulnera los derechos de los alumnos.
La diferencia ahora será que la petición será más discreta: el TSJC ordenó que no fuera necesario que los estudiantes que quisieran realizar la prueba en castellano tuvieran que levantar el brazo delante del resto. Por eso se ha ideado un formulario donde no será necesario que los estudiantes pongan ningún nombre y que dejarán sobre la mesa para que el profesor que reparta los exámenes vea qué idioma quiere cada uno y entregue la versión correspondiente.
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