Desarticulada en Girona una red de tráfico de marihuana a nivel internacional

Los Mossos d’Esquadra han detenido a 28 personas --20 de las cuales han ingresado a prisión-- en localidades de la provincia de Girona por presuntamente producir y traficar con marihuana a nivel internacional.

Los acusados supuestamente aprovechaban la actividad mercantil de un ‘grow shop’ legal que regentaban en la ciudad de Girona para traficar con la droga y blanquear los ingresos, puesto que el establecimiento “ofrecía a los investigados un entorno seguro y controlado”, ha explicado la policía catalana en un comunicado de este jueves.

El grupo criminal estaba formado por “múltiples células delictivas especializadas en la producción, transporte y posterior distribución de importantes partidas de droga” que se coordinaban entre ellas mediante los líderes de la organización, quienes tenían un nivel de vida elevado.

La policía incautó un total de 330.000 euros, 3.667 plantas de marihuana, unos 50 kilos de cogollos ya preparados para su distribución y 570 gramos de hachís; el valor estimado de la droga asciende a 312.000 euros según la policía.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Sant Feliu de Guíxols ordenó el bloqueo de cuentas corrientes y activos en territorio europeo, así como de vehículos de alta gama y embarcaciones.

Uno de los detenidos tenía interpuesta una orden de detención y extradición emitida por las autoridades de Polonia por presuntamente haber cometido un delito de carácter violento en el país.

La investigación empezó en mayo de 2021 cuando los Mossos detectaron una red criminal que actuaba a nivel catalán y el operativo policial se ha dividido en dos fases: el 11 de mayo los agentes detuvieron a 19 personas y realizaron una docena de entradas, mientras que el 18 de junio detuvieron a nueve personas e hicieron ocho entradas más.

Concretamente, el operativo policial se desarrolló en Calonge i Sant Antoni, Castell-Platja d’Aro, Sant Feliu de Guíxols, Salt, Girona, Santa Cristina d’Aro, Sils, Vidreres, Fogars de la Selva, Caldes de Malavella y Lloret de Mar (Girona).

Este mismo mes de julio, la Policía Nacional y la Guardia Civil han desmantelado una macroplantación de marihuana en Vilassar de Mar, el mayor alijo encontrado hasta el momento en España con más de seis toneladas de droga. Una infraestructura que funcionaba desde hace ya cuatro años a apenas 30 kilómetros de la capital catalana. La operación se ha saldado con cinco personas detenidas.

En un comunicado conjunto, ambos cuerpos policiales explican que la plantación estaba ubicada en una parcela de 32 hectáreas y vigilada por un sofisticado sistema informático. En concreto, más de 100 cámaras de video vigilaban el alijo y mandaban las imágenes en tiempo real a un centro de control donde eran monitorizadas las 24 horas del día.

La parcela estaba “aparentemente dedicada al cultivo de cáñamo industrial” y para fingirlo los sospechosos colocaron carteles que así lo indicaban y logotipos de la Conselleria de Agricultura de la Generalitat, los Mossos d’Esquadra, el Ayuntamiento y el Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Forestales de Catalunya.

Sin embargo, la plantación no tenía permiso para obtener CBD (cáñamo) y los agentes pudieron comprobar que la infraestructura estaba dedicada “a la obtención de esquejes de marihuana de plantas madre” para venderlos y a cultivar marihuana para conseguir cogollos que después empaquetaban y vendían “a gran escala”. La policía también ha incautado 17 kilos de hachís empaquetado en tabletas de 100 gramos.

Entre las seis toneladas de marihuana había 3,5 toneladas de cogollos envasados al vacío, repartidos entre varias naves e invernaderos. En total había más de 100.000 plantas de marihuana -unas 2.000 de gran tamaño-- y 97.000 esquejes sembrados en bandejas que vendían a otros cultivos o bien se trasplantaban. Cifras que suponen la mayor cantidad de marihuana intervenida en España y, en cuanto a los cogollos, el alijo más grande de Cataluña y el segundo de España.

Los agentes también se llevaron dos armas de aire comprimido, un arma blanca, dos armas de electrochoque y aerosoles de pimienta, y encontraron 5.385 euros en efectivo y material informático y audiovisual.

Además, había 1.500 lámparas para las plantas y “multitud” de máquinas recolectoras de cogollos, extractoras de polen, equipos de aire acondicionado y humidificadores.

A los cinco detenidos se les atribuye la presunta comisión de un delito contra la salud pública y un delito de defraudación de fluido eléctrico por pinchar la luz de la plantación.

Los investigadores han constatado “el mayor fraude eléctrico en una plantación de marihuana”, con más de dos millones de kilovatios por hora y más de un millón de euros de perjuicio económico a la compañía eléctrica.