Girona muestra parte del fondo de arte comprado por Puigdemont por 3,6 millones de euros

No deja de ser extraño que una ciudad tenga una colección artística de primer orden, con obras de autores como Picasso, Miró, Dalí, Picabia, Barradas, Lorca, Chillida, Gaya o Tàpies, entre muchos otros, y que una vez comprada, se encierre en un almacén lejos del disfrute del público. Eso es lo que pasa en la actualidad con el fondo del crítico de arte Rafael Santos Torroella que la ciudad de Girona adquirió hace ocho años cuando el consistorio estaba en manos de Carles Puigdemont, posteriormente presidente de la Generalitat de Cataluña. Ayer se inauguró una exposición que se convierte en una primera aproximación a este fondo por el que se pagaron unos 3,6 millones de euros. Junto con esa colección, Girona recibió el archivo y la biblioteca personal de Santos Torroella. Hablamos de una colección de documentos de primer orden donde, por ejemplo, se conserva el archivo completo de las míticas Galeries Dalmau o la correspondencia original de Federico García Lorca con su amigo Pepín Bello. Todo ello sigue sin estar al alcance de los investigadores, con la excepción de la parte de Dalmau que se digitalizó y se puso a disposición de los internautas.

La muestra ahora abierta viene a ser una puesta al día de la que abrió sus puertas en 2003, poco después del fallecimiento de Santos Torroella y del que existe un importante catálogo. En esta ocasión se realiza una selección de los grandes nombres de ese fondo, especialmente centrado en las vanguardias artísticas de las primeras décadas del siglo pasado en nuestro país. De esta manera se presentan trabajos tan destacados como «De Pacífico a Puerta de Atocha», un óleo de 1918 de Rafael Pérez Barradas; un retrato de Guillermo de Torre pintado por su esposa Norah Borges; «El viento este», uno de los dibujos de Federico García Lorca que se expuso en 1927 en la muestra que las Dalmau dedicó al poeta granadino; la mítica diana que Francis Picabia realizó para la citada galería barcelonesa y que es una de las joyas de la colección; pintura de Ángeles Santos, la hermana del crítico de arte; o un retrato de Charlie Chaplin por un Juan Gris alejado de sus trazos cubistas. Todo esto, y mucho más, puede verse en las salas temporales del Museu d’Història de Girona.

Pero, ¿y el futuro? ¿Cuándo podrá verse todo el conjunto en un único espacio? Pues, otra vez, hay que esperar, como mínimo hasta 2026 porque la colección Santos Torroella volverá al almacén en mayo del año que viene. El ayuntamiento gerundense trabaja en un ambicioso proyecto que es la puesta en marcha del Museu d’Art Modern i Contemporani de la Casa Pastors, aunque las obras están paradas hasta que no se solucionen unas intervenciones arqueológicas.

Tampoco está muy claro que pasará con la biblioteca de Santos Torroella formada por unos 6.000 volúmenes y donde hay, por ejemplo, una muy importante colección de revistas del 27 procedentes de las compras que hizo el crítico de arte al poeta Adriano del Valle. Este último, tras el final de la guerra, se hizo con algunos fondos editoriales importantes, como el de Cruz y Raya de Bergamín, que vendió a coleccionistas. La voluntad del consistorio, según ha podido saber este diario de fuentes cercanas a la colección, es que dispersar el conjunto bibliográfico y que se integre en algunas de las diferentes bibliotecas de la ciudad.