En Barcelona
Sánchez presume de la “arriesgada” reforma del Código Penal: “Hay que sacar el debate político de los juzgados”
El presidente del Gobierno se da un baño de masas con el PSC en la capital catalana y en pleno debate sobre la rebaja del delito de malversación y la derogación de la sedición
Pedro Sánchez ha vuelto a Barcelona en la recta final de 2022, un año especialmente convulso, y ha desembarcado en pleno debate sobre la reforma del Código Penal para derogar la sedición y rebajar las penas de malversación. Concesiones a Esquerra a las que el presidente del Gobierno se ha referido de forma eufemística como “decisiones políticas de primer nivel”, “arriesgadas” -ha evitado hablar directamente de ellas- y que ha justificado para “rescatar a Cataluña de la crispación” de 2017 y devolverla al marco “que nunca debió abandonar” de la “convivencia y la concordia”.
“Hay que sacar el debate político de los juzgados”, ha subrayado en el momento culmen de su intervención, un mensaje que se asemeja mucho al mantra que predica ERC de “devolver la política a la política”. “Hay que apostar por el reencuentro la convivencia, la concordia y la unidad de todos los territorios de España”, ha advertido Sánchez antes de acusar al PP y a Vox de ser “adictos a la confrontación”.
Así de claro se ha mostrado el socialista en un gran acto del PSC en Barcelona para aupar al candidato a la alcaldía, Jaume Collboni, enfocado a batir a Ada Colau en las urnas de las elecciones municipales de 2023. Un cónclave en el que Sánchez ha empezado a exhibir el conflicto catalán como un botín de su mandato. “Hoy nadie duda de que Cataluña está mucho mejor que en 2017″. “Yo no me olvido, no quiero que se vuelvan a sufrir los días tan aciagos de hace cinco años”, ha insistido el presidente del Gobierno en ese sentido.
Todo antes de que este lunes el PSOE y Unidas Podemos presenten en el Congreso una propuesta de reforma del Código Penal queañade un nuevo tipo de malversación que penaliza con hasta cuatro años de cárcel y seis de inhabilitación el desvío presupuestario irregular dentro de la misma administración pública, según ha avanzado ”La Vanguardia”. El objetivo del Ejecutivo de Pedro Sánchez es que ninguna actuación que suponga un desvío de fondos públicos, sea cual sea su destino, quede exento de castigo.
El presidente del Gobierno también ha aprovechado el foco de Barcelona para anunciar que el tercer paquete que prepara el Ejecutivo con el fin de contrarrestar las consecuencias socioeconómicas de la guerra de Ucrania incorporará mecanismos para “contener la evolución de los precios de los alimentos”. La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya explicó esta semana que su partido está negociando con el PSOE nuevas medidas para hacer frente al encarecimiento de los alimentos y de las hipotecas, en el marco de la prórroga del decreto anticrisis que expira el 31 de diciembre.
Antes del mitin, un claro acto de aroma preelectoral con la plana mayor del PSC, Sánchez ha visitado la Fundació Pasqual Maragall en Barcelona junto a la presidenta de la entidad, Cristina Maragall. El dirigente ha llegado sobre las 10:30 horas acompañado por la delegada del Gobierno en Cataluña, Maria Eugènia Gay, para conocer la fundación que investiga el Alzheimer creada por el ex alcalde de Barcelona y ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall cuando supo que padecía la enfermedad.
Objetivo Barcelona
El primer teniente de alcalde de Barcelona y candidato a la alcaldía, Jaume Collboni, ha asegurado en el mismo acto que liderar la ciudad para ponerla por encima de todo y que no sea “moneda de cambio para nada ni para nadie”. “Quiero ser y seré el alcalde de la nueva etapa de Barcelona. Quiero ser y seré el alcalde de las políticas útiles, que soluciona problemas, no que los crea”.
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