Salud

Los psicólogos clínicos catalanes se suman a la huelga de médicos del 25 y 26 de enero

Denuncian la presión asistencial que sufren y reclaman que se convoquen más plazas PIR para así poder reforzar las plantillas con más profesionales con el fin de ofrecer una atención de calidad

El tratamiento del trastorno bipolar suele incluir, tanto un régimen farmacológico, como distintos tipos de terapia psicológica adaptados a las necesidades del paciente.
El tratamiento del trastorno bipolar suele incluir, tanto un régimen farmacológico, como distintos tipos de terapia psicológica adaptados a las necesidades del paciente.DreamstimeDreamstime

Muchos se está hablando en los últimos años sobre el incremento de la incidencia de los problemas de salud mental, especialmente a raíz de la pandemia, sin embargo, según denuncian los especialistas, pocos han sido los esfuerzos de la administración para reforzar los recursos de la psicología clínica de cara a atender el incremento de la demanda.

“Hace muchos años que denunciamos una falta de especialistas en la psicología clínica. A partir de la pandemia, los políticos empezaron a hablar sobre la salud mental, sin embargo solo han puesto en marcha medidas cortoplacistas, que en ningún caso permiten ofrecer una atención psicológica de calidad”, denuncia Paola Punsoda, presidenta de la Asociación Catalana de Psicólogos Clínicos y Residentes (ACAPIR).

En este sentido, desde la asociación, que es la sección territorial de Cataluña de la Sociedad Española de Psicología Clínica, recuerdan que “existe una presión asistencial brutal”. “La Atención Primaria, por ejemplo, está saturadísima y en los Centros de Salud Mental, los profesionales tienen unas agendas insostenibles”. Todo ello se traduce en “la imposibilidad de ofrecer una atención de calidad y de hacer seguimientos terapéuticos que funcionen”, señala Punsoda y, en este sentido, recuerda que “actualmente se están ofreciendo visitas de seguimiento de solo media hora de duración y con una periodicidad de al menos dos meses”, aunque en ocasiones se trate incluso de pacientes con un diagnóstico grave.

Por todo ello, ACAPIR ha decidido sumarse a la huelga de médicos convocada en Cataluña para los días 25 y 26 de enero. “Hay que poner en marcha una serie de medidas reales que nos permitan ofrecer una atención de calidad”, señala Punsoda, y entre esas medidas, al margen de la relativa a la mejoría de la planificación de los recursos, la principal se concreta en “un aumento de las plazas PIR -Psicólogos Internos Residentes-, una reivindicación que ha sido ignorada durante muchos años”.

Es necesario incrementar el número de especialistas de la psicología clínica para poder cubrir el déficit actual y, según los cálculos de la asociación, debería incluso duplicarse el número de profesionales , pero para ello es necesario convocar más plazas PIR. Este año han sido solo 46, únicamente una más que el año anterior. “Se habla de nuevos programas que mejorarán la atención psicológica, pero no se aumentan las plazas PIR. ¿Quién va a ofrecer los tratamientos psicológicos si no se forma a los especialistas que pueden ofrecerlos?”, se plantea Punsoda.

Si se produjera ese incremento del número de profesionales en la psicología clínica, entonces, probablemente, se pondría dar respuesta a la segunda gran reivindicación de la asociación, que pasa por poder ofrecer visitas de seguimiento de una duración mínima de 45 minutos y con una periodicidad de al menos dos semanas, condiciones que consideran indispensables para poder garantizar una mínima calidad y eficacia en la atención.

Por último, en el contexto de esta huelga, ACAPIR, exige que esa contratación de personal sea de profesionales con la formación oficial requerida de especialista en psicología clínica que, al final, es la que habilita a prestar atención en el Sistema Nacional de Salud. Y es que, tal y como denuncia la asociación, ante la falta de especialistas formados, en la actualidad se está contratando a profesionales sin formación acreditada, lo cual repercute de forma directa en la calidad de la atención ofrecida, y a modo de ejemplo hace referencia lo que sucede en centros de salud mental o en los programas de bienestar emocional y salud comunitaria.

En definitiva, los psicólogos clínicos pararán a final de mes para exigir que la salud mental deje de considerarse “de segunda” y se apliquen las medidas necesarias para lograr que la situación en esta especialidad médica “deje de ser insostenible”.