El Mnac mira atrás para entender el presente

El Museu Nacional d’Art de Catalunya (Mnac) nos propone este año una temporada expositiva en la que se ofrece una interesante mirada a algunos momentos del pasado artístico de Cataluña. Ayer se presentaron, de la mano de su director Pepe Serra, las exposiciones que formarán este año parte de la programación del museo.

Uno de los ejes de la propuesta expositiva es la mirada al pasado para entender nuestro tiempo, pensando en la humanidad. Precisamente «¿Qué humanidad» es el título de una muestra que, bajo el comisariado de Àlex Mitrani, nos acerca al arte posterior a la Guerra Civil, entre 1940 y 1966. Del 26 de octubre al 11 de enero se abordará la cuestión de la figura y de la condición humana enfrentada a las esperanzas y los fracasos consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil. La muestra no oculta su ambición como lo demuestra el hecho de contar con obras de autores tan dispares como Pablo Picasso, Joan Miró, Salvador Dalí, Mercè Rodoreda, Antonio Saura, Francis Bacon, Alberto Giacometti o Henry Moore, entre muchos otros.

Josefa Tolrà y Madge Gill fueron dos creadoras, sin formación artística, que nunca se conocieron, pese a lo mucho en común que tienen sus respectivas producciones. Entre el 6 de julio y el 15 de octubre llegará el turno de «La mano guiada», una exposición con piezas de estas autoras citadas, y que cuenta con el comisariado de Pilar Bonet.

Casi por estas fechas, en la Sala Oval del Mnac, la artista Laia Estruch presentará la instalación «Trena», una escultura sonora.

La colección medieval, una de las más valoradas a nivel internacional, tendrá una importancia muy destacada este año. Uno de los puntos más importantes es la reintegración de fragmentos de pintura mural en los conjuntos de Sant Climent de Taüll, Sant Pere de Burgal y Sant Joan de Boí. En el caso, por ejemplo de Taüll, concretamente en su ábside, se rescata la figura de Caín.

Recientemente el Mnac ha adquirido, gracias a la ayuda de la Generalitat, cuatro fragmentos escultóricos procedentes de la portalada del monasterio de Sant Pere de Rodes. Todas ellas tienen en común que su autor fue el llamado Maestro de Cabestany y de su taller. Estamos hablando de uno de los nombres más importantes del románico en Cataluña y a quien el museo ya dedicó una completa exposición en 2014. Ahora el Maestro de Cabestany contará con un espacio propio dentro de las colecciones del Mnac.

Por otra parte, del 23 de febrero al 2 de julio, uno de los pintores góticos más destacados de Cataluña, Lluís Borrassà, protagonizará una completa retrospectiva, con comisariado de Cèsar Favà. La muestra servirá para dar a conocer dos nuevas incorporaciones dentro de la colección dedicada al gótico. Son las tablas de la «Vestición de San Pedro Martir» y de la «Decapitación de los familiares de San Hipólito».

El pasado año el Mnac recibió algunas donaciones importantes. Una de las más destacadas es el archivo personal de Hermen Anglada Camarasa y que entregaron a la institución la hija y la nieta del pintor. Del 9 de febrero al 7 de mayo, con comisariado de Pilar Cuerva y Eduard Vallès, se podrán ver los muchos y variados documentos que uno de los pintores catalanes más internacionales de todos los tiempos –con permiso de Fortuny, Miró y Dalí– reunió a lo largo de su vida.

En el segundo semestre del año llegará el turno de otra donación sobresaliente como es la formada por el archivo del fotógrafo Pere Formiguera. La exposición, de pequeño formato, bajo el cuidado de Roser Cambray, reunirá series tan conocidas como «Cronos» y «Ulls Clucs», además de otras más experimentales como «Polaroids» o «Pixis».

Por otro lado, tras la reciente aprobación de los presupuestos de la Generalitat, el museo conocerá cuál es la partida que se le destina y que será algo superior a la que tuvo el pasado año.

Asimismo el Mnac colabora con otros museos a lo largo de este año, tanto con préstamos para exposiciones temporales o permanentes, como pasa con el Museu de Tortosa o el de Cerdanyola. Una mención especial la merece la participación que tendrá en la Fundació Palau de Caldes d’Estrac donde en otoño, dentro de la programación del llamado Año Picasso. En ese contexto se prepara una exposición sobre la mirada que los artistas catalanes hacia el gran autor malagueño.

El museo también prepara un proyecto de investigación alrededor de la muestra dedicada al arte español que tuvo lugar con motivo de la Exposición Internacional de 1929, que se celebró en Barcelona.