Juventud
Los adolescentes de Barcelona fuman y beben menos, pero tienen un grave problema y va en aumento
Un estudio realizado a alumnos de 4º de ESO en más de 460 centros revela un descenso en el consumo de alcohol, tabaco y cannabis
El bienestar emocional de los adolescentes de la provincia de Barcelona ha empeorado en la última década. Así lo refleja la Encuesta de Hábitos impulsada desde hace diez años por la Diputación de Barcelona, cuyos resultados se basan en las respuestas de miles de alumnos de 4º de ESO. La investigación constata un incremento de la soledad no deseada, las autolesiones y los pensamientos suicidas, con una clara brecha entre sexos: las chicas se declaran más afectadas que los chicos.
En paralelo, los datos muestran un cambio en los patrones de consumo. El uso de tabaco y cannabis ha descendido de forma muy significativa, más de 30 puntos en el caso de los chicos y 24 en el de las chicas, mientras que el consumo de alcohol también se ha reducido. Sin embargo, emerge una nueva práctica de riesgo: el vapeo, con una prevalencia mayor entre la población femenina (40,7%) frente a la masculina (33,9%).
El estudio pone de relieve además que las chicas descansan menos, desayunan con menor frecuencia y presentan una peor adherencia a la dieta mediterránea. El uso de la bicicleta, indicador de movilidad saludable, ha caído de manera drástica, sobre todo entre las jóvenes, mientras que aumenta la práctica deportiva fuera del ámbito escolar y se extiende el uso del patinete eléctrico.
Pornografía, sexualidad y brecha digital
Además, el informe detecta un incremento notable en la exposición a la pornografía, sobre todo entre chicos: casi siete de cada diez admiten haber consumido este tipo de contenidos y uno de cada cinco antes de los 10 años. Entre las chicas, la cifra alcanza el 27,6%. Además, la encuesta revela que el 29% de ellas ha sido víctima de acoso sexual, un incremento de diez puntos respecto a hace una década.
En cuanto a los comportamientos sexuales, las cifras de relaciones con penetración han descendido, aunque se mantienen las conductas de riesgo sin protección. También preocupa el aumento del uso excesivo de pantallas (uno de cada tres adolescentes), considerado una “palanca” hacia el sedentarismo y la desconexión social.
Durante la presentación del estudio, la Diputación anunció un cambio de nombre e imagen: las encuestas pasan a llamarse Salut Up. La diputada de Salud Pública, Gemma Tarafa, subrayó el valor de esta investigación como herramienta para la planificación de políticas públicas. “Nos da evidencias para impulsar medidas valientes que reduzcan desigualdades y garanticen un futuro más saludable para la juventud”, señaló.