Altas temperaturas

El agotamiento por calor puede alertarnos acerca de un inminente golpe de calor

Ante temperaturas extremas, hay que estar muy pendiente de las personas mayores con patologías previas, que son las más vulnerables a las olas de calor, puesto que pueden desarrollar una sintomatología ante la que hay que intervenir para evitar el golpe de calor

Un trabajador se refresca en un fuente de un parque de Lleida
Los principales consejos para la población general ante una ola de calor son evitar salir en las horas centrales del día e hidratarse Ramon GabrielAgencia EFE

Esta semana se prevén temperaturas muy elevadas, extremas, debido a lo cual nos encontramos en una situación de alerta por ola de color, ya que este contexto climático puede provocar principalmente dos cuadros de salud de diferente consideración pero ambos muy importantes.

El primero y más grave es el golpe del calor, por el que el individuo llega a alcanzar una temperatura corporal de 40 grados y acaba ingresando en urgencias en coma. Pero previo a este episodio, se inicia un mecanismo en nuestro organismo que se conoce como agotamiento por calor, cuya sintomatología puede alertarnos de la necesidad de tomar medidas e intervenir para, precisamente, evitar que esa situación progrese hasta desembocar en el golpe de calor.

Al respecto, la internista del Área de Urgencias del Hospital Clínic, la doctora Elisenda Gómez, señala que los síntomas que nos pueden advertir de ese agotamiento por calor "se producen tanto a nivel del sistema central, como dolor de cabeza, agobio, irritabilidad, confusión, somnolencia, mareo, caídas reiteradas..., como del sistema respiratorio, como la falta de aire, y del digestivo por náuseas, vómitos, diarrea, dolor de barriga". "También puede producirse hipotensión, síncope, temblores, calambres y dolor muscular".

Ante estas señales es importante actuar para prevenir que la situación se complique y la persona acabe sufriendo un golpe de calor. El problema es que se trata de "síntomas inespecíficos", tal y como pone de relieve la doctora Gómez, por lo que frecuentemente pueden pasar inadvertidos, especialmente en pacientes mayores y con patologías previas, que, por otra parte, son los más vulnerables a las olas de calor. "Los mayores tienen el sistema termorregulador atrofiado por lo que el impacto de las temperaturas extremas en su salud es mucho mayor", comenta la internista y el problema es que, entre estos pacientes, es posible atribuir esas señales de un posible agotamiento por calor a los achaques propios de la edad o a la sintomatología de la patología previa.

Actuar para prevenir

Por ello, ante cualquier descompensación que pueda relacionarse con temperaturas extremas es importante intervenir para prevenir un posible golpe de calor. "En un ambiente estresor de calor, hay que estar muy alerta con la gente mayor, con mucha dependencia, para poder identificar esos síntomas de alerta y actuar para que su salud no se deteriore hasta llegar al golpe de calor", advierte Gómez, quien acerca de esas intervenciones que pueden evitar que la situación de esas personas se complique ante el calor menciona "la hidratación continúa, el uso de refrigeración si es posible y, en su defecto, el crear corrientes de aire, cubrirles con toallas mojadas y retirarles toda la ropa posible"

Y pese a que las personas mayores con patologías previas y los niños, cuyo sistema termorregulador es aún inmaduro, son los colectivos más vulnerables ante las olas de calor, lo cierto es que éstas pueden afectar también a la población general, provocando golpes de calor, por lo que la doctora Gómez también aconseja "evitar salir a las horas centrales del día, beber mucha agua, no hacer deporte, vestir poca ropa y moverse lo menos posible".

En cualquier caso, pese a que por estas fechas siempre se repiten los mismos consejos para prevenir afectaciones a la salud por las altas temperaturas, lo cierto es que año tras año las atenciones médicas por episodios relacionados con el calor van en aumento, ya que, como señala la internista, "el envejecimiento de la población se está incrementando, por lo que cada vez hay más personas con patologías previas, y el cambio climático está provocando temperaturas cada vez más extremas". Así, en 2022, en el Clínic trataron a 12 pacientes por golpe de calor y en torno a los 120 por agotamiento por calor, mientras que este año ya están llegando los primeros casos de problemas de salud relacionados con las altas temperaturas, aunque, como indica la doctora Gómez, "es a las 24 o 48 horas desde el inicio de una de calor cuando normalmente empezamos a ver a los primeros pacientes con golpe de calor".