Rebelión estudiantil

Alumnos de 3º de la ESO se rebelan contra su profesora por imponer el catalán en un instituto de Gerona: "¡No puedes ordenarlo. Libertad para hablar en castellano!"

"Les he dicho que, si se dirigen a mí o me preguntan lo que sea en castellano, les bajaré la nota", admite la profesora en un mensaje

Una pintada en la fachada de la escuela Turó del drac durante una manifestación contra el establecimiento de un 25% de castellano en las escuelas catalanas
Una pintada en la fachada de la escuela Turó del drac durante una manifestación contra el establecimiento de un 25% de castellano en las escuelas catalanasDavid ZorrakinoEuropa Press

Cinco clases de estudiantes de entre 14 y 15 años han expresado su hartazgo ante la obligación de dirigirse en catalán a los profesores en las aulas de Cataluña. Esta resistencia surge tras la "amenaza" de una profesora de Lengua Catalana y Literatura de disminuir la nota del trimestre cada vez que los alumnos utilicen el castellano para comunicarse con ella.

El conflicto salió a la luz a través de las redes sociales, donde la docente compartió su experiencia y el malestar que ha generado entre los estudiantes. "¿Qué está pasando con el catalán?", comienza planteando. "Soy una profesora de Catalán de un instituto de secundaria de Girona. Este curso hago 3º de ESO y tengo mis cinco clases asignadas absolutamente enfadadas conmigo. ¿Por qué? Porque les he dicho que, si se dirigen a mí o me preguntan lo que sea en castellano, les bajaré la nota del trimestre", admite Àngels Alsina Bosch, en un mensaje compartido y firmado en su cuenta de Facebook.

Según relata, sus palabras fueron duramente criticadas por los alumnos, quienes consideran la medida como injusta y limitativa de su libertad de expresión. Estas muestras de resistencia, tal y como explica la propia profesora, se hicieron patentes a través de respuestas como: "¡Esto es injusto! ¡Ninguno habla catalán!", "No puedes ordenarlo! ¡Tenemos libertad para hablar en castellano! o "¡Yo preguntaré en castellano!".

La profesora, por su parte, ha expresado su frustración ante lo que considera una falta de desprestigio hacia la lengua catalana y su cultura, abordando el impacto de este tipo de resistencia en la preservación del catalán. "Si en los años 90 me dicen que ni en las clases de Lengua Catalana hablarían en catalán, de verdad que no me lo hubiera creído. Y ahora me está pasando... ¡y en Girona!", escribe con desconcierto.

Precisamente, de esta actitud de indiferencia y poco valor hacia la lengua catalana, Alsina Bosch responsabiliza a los propios catalanohablantes, culpables de "comer en un restaurante donde sólo está la carta en castellano y no pedir la hoja de reclamaciones".

La situación también ha llevado a la profesora a abrir un diálogo sobre la relación entre los catalanoparlantes y los inmigrantes en la región. La docente lamenta que, a pesar de los esfuerzos por "explicar a los inmigrantes que nuestro país fue importantísimo en la edad media", muchos jóvenes, a los que denomina "catalanitos de turno", consideren suficiente el dominio del español. "¿De qué sirve, si, cuando acabamos la clase, el catalanito de turno le dice al inmigrante que tiene al lado: «¿Me dejas tú boli?»".

¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL CATALÁN?

"Soy una profesora de Catalán de un instituto de secundaria de Girona. Este curso hago 3º de ESO y tengo mis cinco clases asignadas absolutamente enfadadas conmigo. ¿Por qué? Porque les he dicho que, si se dirigen a mí o me preguntan lo que sea en castellano, les bajaré la nota del trimestre.

-¡Pero esto se injusto! ¡Ninguno habla catalán!

-¡No puedes ordenarlo! ¡Tenemos libertad para hablar en castellano!

-¡Pues yo preguntaré en castellano!

Éstas son sólo algunas de las reacciones que he tenido que escuchar.

Si en los años 90 me dicen que ni en las clases de Lengua Catalana hablarían en catalán, de verdad que no me lo hubiera creído. Y ahora me está pasando... ¡y en Girona!

Ya no sé de qué sirve contar la historia de Cataluña, de qué sirve explicar a los inmigrantes que nuestro país fue importantísimo en la edad media, de qué sirve explicarles la dictadura de cuarenta años que sufrimos... ¿De qué sirve, si, cuando acabamos la clase, el catalanito de turno le dice al inmigrante que tiene al lado: «¿Me dejas tú boli?»

Aquí no hay bilingüismo, aquí hay una diglosia como una casa de payés. Nuestro alumnado ha entendido que el castellano es suficiente y con eso se quedan.

Y la culpa sólo es nuestra, de los catalanohablantes: culpa por pasarnos al castellano a la primera de cambio, culpa por comer en un restaurante donde sólo está la carta en castellano y no pedir la hoja de reclamaciones, culpa por no valorar lo suficiente ni nuestra lengua ni nuestra tierra.

“Lo que mata al catalán es la indiferencia. Ya puede tener mucho prestigio que, si no se usa, mal.” Nos decía Carme Junyent.

Esto ya raya el surrealismo. Si nuestros héroes catalanes levantaran la cabeza, deberían volver a bajarla... de vergüenza",

Àngels Alsina I Bosch, Bescanó, Gerona.