Investidura

Aragonès ya exige a Sánchez votar sobre la independencia

Reclama encontrar mecanismos para poner fin al déficit fiscal y "acabar con la represión"

Pere Aragonès cierra formalmente el curso político con un serio aviso a Pedro Sánchez: si quiere la investidura -"que parece que la quiere"-, los votos independentistas son clave y el precio a pagar es "votar sobre la independencia". "Cataluña debe votar su futuro y se tiene que poner fin a la represión. Este es nuestro punto de partida", ha advertido en rueda de prensa desde la Generalitat este martes.

"Ya les hicimos moverse y ahora deben moverse de nuevo. Se ha avanzado, es evidente, ha habido pasos hacia delante, pero aún insuficientes para conseguir una solución política", ha asegurado sobre las negociaciones abiertas a lo largo de la pasada legislatura entre ERC y el PSOE.

Un mandato protagonizado por la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, los indultos y la reforma del Código Penal atada en el Congreso. Concesiones que no son suficientes ahora para los republicanos, sabedores de que sus 7 escaños -junto a los mismos de Junts- son sesenciales con la diabólica aritmética parlamentaria derivada del 23J.

"La clave es cómo dar respuesta a la mayoría de ciudadanos que quieren decidir libremente, votando, el futuro de Cataluña. La resolución pasa por votar", ha reiterado como "objetivo" en la última comparecencia del curso desde el Palau de la Generalitat. En este sentido y al ser preguntado específicamente sobre si la votación podría ser acerca del acuerdo que salga de la mesa de diálogo -como pide Sumar-, el presidente catalán ha advertido que tiene que pivotar sobre la independencia y "avanzar" en este sentido. Un paso más de cara a las negociaciones de la investidura también para marcar perfil propio frente a Junts y Carles Puigdemont tras su alto precio a Sánchez.

"Hay caminos instrumentales como el Acuerdo de Claridad o la mesa de diálogo", ha avisado al líder del PSOE sobre la forma de materializar las exigencias de ERC. Eso sí, en las filas republicanas la máxima es clara: "El primero que tiene que moverse es Pedro Sánchez".

Acerca de la amnistía global que reclama Junts a 4.000 encausados del "procés" -incluido el propio Carles Puigdemont-, el presidente de la Generalitat no ha querido entrar al trapo, aunque ha subrayado la necesidad de "acabar con la represión" y ha puesto en valor los pasos que ha dado su partido en este sentido con la supresión de la sedición y la reforma de la malversación.

Sobre la reforma de la financiación autonómica que plantea el Gobierno como anzuelo, Aragonès ha dejado claro que busca un trato bilateral con Cataluña. "No iremos a defender una financiación de la mano de Ayuso y García-Page", ha añadido, en referencia a los presidentes autonómicos de la Comunidad de Madrid, del PP, y de Castilla-La Mancha, del PSOE, respectivamente.

El presidente de la Generalitat, eso sí, ha mantenido una estudiada ambigüedad al ser preguntado sobre si ha hablado con Puigdemont. "Los contactos son habituales, con más o menos intensidad en función del contexto", ha asegurado. Sí que ha confirmado conversaciones con Junts, aunque ha dicho que son muy incipientes y que están "muy lejos" de llegar a un acuerdo de día de hoy para oficializar el frente común entre republicanos y posconvergentes con el fin de negociar la investidura de Sánchez a la par.

La presidenta de Junts, Laura Borràs, ya ha replicado este martes al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. En un tono hostil con ERC, ha dicho que sólo su partido puede hablar de los votos que recibieron en las elecciones generales: "De los votos de Junts ya hablaremos los de Junts"."Salir a hablar de la mesa de diálogo y de acuerdo de claridad hoy sólo demuestra su nivel de desconexión de la realidad del independentismo", ha criticado las posconvergente. Una muestra más de que las relaciones en el seno de ambos partidos siguen muy maltrechas pese a las llamadas a la unidad para fijar un precio común a Sánchez.