Legado rescatado
La Barcelona inédita de Català-Roca
Un libro rescata uno de los proyectos editoriales desconocidos del gran fotógrafo dedicado a la capital catalana
Cada día miles de cámaras fotográficas se dedican a retratar una Barcelona concreta, de postal. Es la ciudad de las torres inacabadas de la Sagrada Familia, la de las chimeneas modernistas de la Pedrera o los rincones del Barri Gòtic. Es decir, las imágenes más tópicas.
Francesc Català-Roca es uno de los indiscutibles maestros de la fotografía del siglo XX. Buena prueba de ello son sus diferentes trabajos con artistas y escritores, desde Joan Miró a Josep Pla. Barcelona fue uno de sus grandes temas, pero con una mirada íntima y personal, alejada de los recursos fáciles, de la aproximación más fácil. Buena prueba de ello es un libro, hasta la fecha inédito, que acaba de ver la luz, un viejo proyecto de Català-Roca acariciado durante años. «La pell de Barcelona», que llega a las librerías coincidiendo con el centenario del nacimiento del artista, es una coedición de Encilopèdia Catalana y el Ayuntamiento de Barcelona, que recoge unas 200 imágenes del maestro con la ciudad, su ciudad, como protagonista en todos sus detalles, tanto los visibles como los invisibles.
«Mi padre era consciente de que era alguien avanzado a su tiempo», explica a este diario Andreu Català Pedersen, hijo del fotógrafo quien añade de su padre que «era alguien que nos llevaba muchos años de ventaja. El centenario ha sido la ocasión para que todo esto pueda publicarse por primera vez».
«La pell de Barcelona» es una obra en la que el fotógrafo estuvo trabajando durante años, sin ponerle freno a su creatividad. De todo eso fue un testigo privilegiado. En este sentido, rememoró que en el estudio de Francesc Català-Roca había algo que el artista definía como la incubadora. «En ese armario iba metiendo, añadiendo y sacando cosas, entre ellas las que imágenes que él quería incluir en el libro. Nosotros hemos respetado al máximo lo que él quería, sobre todo la ausencia de texto acompañando a las imágenes. Su idea era que esta fuera una propuesta para pensar, por eso suprimió toda propuesta de letra», aseguró Andreu Català.
La edición incluye, además de «La pell de Barcelona», un segundo volumen en el que podemos conocer la historia de la obra, combinando blanco y negro con color, con instantáneas que nos llevan desde los años 40 hasta los 80. La cámara de Català-Roca, en este volumen, plantea diálogos, por ejemplo, entre el techo de la Pedrera y una escalera de la Sagrada Familia o entre las esculturas de la Casa Lleó Morera, pasando por una vidriera de una casa de la calle Gravina con el vestíbulo de una vivienda de la plaza Urquinaona. «Él opta por titular su libro con la palabra piel porque la piel es el límite, es lo que protege y nos delimita», respondió Andreu Català.
El legado de Francesc Català-Roca es, desde hace unos meses, propiedad de la Generalitat de Cataluña que lo adquirió. Andreu Català adelantó que hay una ingente labor de catalogación, pero que en 2027 habrá una gran antológica con la obra en el Mnac.
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