Investigación

Los biomarcadores en sangre, claves para la eficacia de un futuro tratamiento del Alzheimer

En la práctica clínica, esta técnica permitiría diagnosticar de forma rápida y fácil la enfermedad en aquellas personas que todavía no presentan síntomas evidentes, pero en las que su cerebro ya ha experimentado cambios

La punción lumbar para extraer y analizar el líquido cefalorraquídeo es, a día de hoy, la técnica para medir los biomarcadores de Alzheimer
La punción lumbar para extraer y analizar el líquido cefalorraquídeo es, a día de hoy, la técnica para medir los biomarcadores de AlzheimerArchivo

Hace algo más de una década, se tuvo evidencia de la existencia de biomarcadores, que son moléculas presentes en sangre y otros tejidos que pueden medirse y relacionar su presencia e intensidad con el desarrollo de una enfermedad, los cuales permiten diagnosticar el Alzheimer antes incluso de hacerse visibles los primeros síntomas de la enfermedad.

Para ello, es necesario obtener, mediante una punción lumbar, liquido cefalorraquídeo para analizarlo y medir los niveles de dos proteínas, la amiloide y tau. “Midiendo estas proteínas podemos detectar de forma fiable si hay enfermedad incluso en la fase preclínica, es decir antes de que aparezcan los primeros síntomas”, explica el doctor Marc Suárez-Calvet, responsable del Grupo de Biomarcadores en Fluidos y Neurología Traslacional del Barcelona Beta Brain Research Center, centro de la Fundación Pascual Maragall, quien al respecto explica que, cuando hay enfermedad, los niveles de tau están aumentados, mientras que hay una disminución de los de amiloide”.

Sin embargo, esta prueba de referencia, la punción lumbar, es algo aparatosa y no se hace en todos los centros. En este contexto, hará un par de años, entraron en escena los biomarcadores en sangre, cuyo uso, por ahora, está restringido al ámbito de la investigación a falta de comprobar su eficacia y seguridad antes de poder trasladarlos a la práctica clínica. “El procedimiento es el mismo que en el análisis del líquido cefalorraquídeo, con la diferencia de que ya no es necesaria una punción lumbar para medir los niveles de tau y amiloide, sino que basta con una analítica de sangre”, comenta el doctor.

Actuar de forma precoz

La importancia del papel que pueden desempeñar estos biomarcadores en sangre en el manejo del Alzheimer es su capacidad de ofrecer un diagnóstico precoz, rápido y fiable, algo que si bien, a día de hoy, puede parecer poco trascendente puesto que no existe por ahora ningún tratamiento que permita curar la enfermedad, tal y como avanza Suárez- Calvet, “es probable que, en unos años, surjan tratamientos que podrán modificar la evolución de la enfermedad”.

Ahora solo disponemos de fármacos que actúan sobre los síntomas del Alzhéimer, pero la enfermedad sigue haciendo su evolución, sin embargo en estos momentos se están desarrollando otros fármacos que podrían hacer frenar algo esa enfermedad”, señala el doctor. De manera que, en el momento en el que se pueda disponer de estos nuevos tratamientos a nivel clínico, será clave el poder recurrir a biomarcadores en sangre para diagnosticar a los pacientes de forma precoz y rápida e iniciar el tratamiento lo antes posible.

Por lo tanto, el objetivo a futuro es poder recurrir a esos biomarcadores para frenar o retrasar la evolución hacia el Alzheimer en aquellas personas que todavía no presentan síntomas evidentes, pero en las que su cerebro ya está experimentando cambios, que solo pueden detectarse con el análisis de biomarcadores

Formar para el futuro

En cualquier caso, lo cierto es que, si bien aún queda mucho margen de mejora en lo que se refiere al abordaje del Alzheimer, su diagnóstico y su tratamiento, es en esta enfermedad donde hay más avances hechos. De hecho, tal y como pone de relieve Suárez-Calvet, “en otras demencias ni siquiera disponemos de biomarcadores para detectar la enfermedad”.

En este contexto, esta semana se celebra el 6º Taller sobre biomarcadores para enfermedades neurodegenerativas, que en esta ocasión tiene lugar en Barcelona bajo el liderato del Barcelona Beta Brain Research Center. La cita reunirá a 20 referentes mundiales en la materia, que compartirán sus conocimientos con una sesentena de estudiantes de doctorado de 11 países. “Estamos preparando a la siguiente generación de neurocientíficos, entre los que quizá se encuentren los que hallen una cura para el Alzheimer”, indica el doctor.