Sucesos
Desarticulan un grupo criminal que robaba cable en polígonos industriales de Barcelona
Los agentes interceptaron 'in fraganti' a tres presuntos integrantes del grupo criminal el pasado 29 de mayo en Sant Cugat del Vallès, cuando ya habían robado cobre por valor de 100.000 euros
Los Mossos d'Esquadra han desarticulado un grupo criminal, con cuatro detenidos, que se dedicaba a hacer robos con fuerza de cables de cobre en polígonos industriales del área metropolitana de Barcelona, princpalmente forzando arquetas del suelo para sustraer cableado eléctrico. Los agentes interceptaron 'in fraganti' a tres presuntos integrantes del grupo criminal el pasado 29 de mayo en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), cuando ya habían robado cobre por valor de 100.000 euros, según ha informado la policía catalana este domingo en un comunicado. Los detenidos actuaban de madrugada y están presuntamente relacionados con otros 15 robos con fuerza cometidos desde el mes de febrero, aunque los investigadores no descartan poder atribuirles más incidentes parecidos.
Algunos de los robos que se atribuye al grupo criminal provocaron cortes de suministro eléctrico a diferentes empresas. El grupo se movía en dos vehículos: una furgoneta que les servía para cargar el material sustraído y un segundo que hacía roles de vigilancia para evitar ser sorprendidos por personal de las empresas afectadas o por la policía. Uno de los detenidos, apuntan los Mossos d'Esquadra, era el líder del grupo y quien se encargaba de hacer trabajos de vigilancia y organización logística, mientras que el resto estaba especializado en manipulación y corte de cable eléctrico.
Una vez detenidos, fueron trasladados a dependencias policiales, y los investigadores registraron el domicilio donde vivían para intervenir objetos de interés como tarjetas SIM de teléfonos, donde detuvieron a una cuarta persona, una mujer presuntamente relacionada con un robo con fuerza, un hurto y el mismo grupo criminal. Los detenidos presuntamente vendían cable a dos empresas que recuperan metales, ubicadas en L'Hospitalet del Llobregat y Cervelló (Barcelona), respectivamente, cuyas cámaras de vigilancia sirvieron para acreditar la identidad de los detenidos.
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