Sucesos

Se duplican en Cataluña los abusos sexuales cometidos por menores de 14 años

La comparación de la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia es con lso datos de 2015

Los acusados menores de 14 años son inimputables
Los acusados menores de 14 años son inimputablesArchivo

La Generalitat abrió expediente a 1.024 menores de edad de menos de 14 años y, por lo tanto, inimputables, derivados de los Mossos d’Esquadra o de la Fiscalía durante 2022 por posibles delitos. Un 10% de estos casos, 103, estaban relacionados con delitos contra la libertad sexual, como abusos, violaciones o la grabación y difusión de imágenes sexuales sin permiso de la víctima.

Esta cifra supone casi el doble que en 2015, cuando hubo 53, y representaban el 5,4% de los 975 menores inimputables vinculados a comportamientos delictivos. También han aumentado considerablemente los casos de acoso escolar, que pasaron de los 109 de 2016 a 171 en 2022, y saltaron del 10% de los caos al 16%.

Los hechos delictivos contra personas supusieron el 27,3% del total, con 280 casos, de los que 202 fueron graves. En 2015 este tipo de delitos eran el 36,5% del total y sumaron 356 casos. La violencia filioparental llegó a los 28 casos, cifra similar a los 30 de 2015.

Por último, los hechos delictivos contra la propiedad supusieron el 37% del total, con 378 casos: 231 robos sin violencia, 102 fueron daños en propiedades y 45 fueron robos con violencia. En 2015 suponían el 52% de los casos, con un total de 509.

El servicio de atención a menores inimputables de la DGAIA (EMI-14) es el que lleva a cabo el programa ‘Educant en la responsabilitat’ (Educando en la responsabilidad). El programa tiene como objetivo dar una respuesta desde el sistema de protección a los menores de 14 años que tienen comportamientos que se considerarían delito si fuesen mayores de esta edad. La actuación de la DGAIA está centrada en una perspectiva preventiva y restaurativa: atención de factores de riesgo de conductas disociales, responsabilización del infractor, reparación del daño a la víctima y restauración de las relaciones sociales rotas por el delito.

En el marco de este programa, el equipo valora el caso y hace un estudio del presunto agresor y de su situación personal, social y familiar para abordar los factores de riesgo que puedan generar conductas disociales en el futuro. Se pueden citar a los padres y al menor para valorar la situación familiar.