28-M
ERC, castigada en las encuestas, opta ahora por atacar al Gobierno
Vuelve a la carga con Cercanías coincidiendo con la discreta precampaña en Barcelona y las polémicas que suma Aragonès
Esquerra, a rebufo en las encuestas y en una discreta posición en Barcelona de la mano de Ernest Maragall, opta ahora por atacar al Gobierno después de haber dado apoyo a Pedro Sánchez a lo largo de toda la legislatura. Y lo hace recuperando una de las reclamaciones estrella del independentismo: el traspaso de la red de Cercanías a cuenta de la avería de la semana pasada en la estación de Gavà que afecta a la R2, al margen de la reprobación de la ministra Raquel Sánchez.
Buena prueba de ello es el papel de Juli Fernández, titular de la consejería de Territorio en el Govern de Pere Aragonès, como dirigente a caballo entre su partido y el Ejecutivo. Ayer y en plena polémica por el mencionado incidente en la R2, el republicano se subió al tren y se fue de campaña junto a tres candidatas locales de ERC –Marta Vilaret (Mollet del Vallès), Núria Maynou (Granollers) y Maria Balasch (Vic)– para denunciar la situación de la R3, la línea unidireccional que une Barcelona con Puigcerdà y cruza gran parte del área metropolitana y del centro de Cataluña. Una circunstancia que no es nueva y que ERC agita en vísperas de las elecciones del 28 de mayo para tratar de remontar en su lucha con el PSC.
La estrategia republicana la aplica también el Ejecutivo de Aragonès, que califica de «mal endémico y cronificado» la situación en la red de Cercanías y multiplica sus críticas al respecto. «Seguimos hablando de un rayo que no ha visto nadie», lamentan desde la Generalitat en relación a la hipótesis de Adif sobre el origen de la incidencia en la señalización de la estación de Gavà, que ha provocado graves incidencias en la línea R2.
Es más, desde ERC y desde el Govern acusan al Gobierno de Pedro Sánchez de «opacidad, falta de transparencia y falta de voluntad», una ristra de críticas que el partido de Aragonès y Oriol Junqueras ha multiplicado en los últimos días. En este sentido, tanto el presidente de la Generalitat como el líder del partido han acudido a la estación de Gavà para señalar a la Moncloa en plena precampaña.
En paralelo, la Generalitat anunció ayer que la Agencia Catalana de Consumo ha abierto un expediente sancionador a Renfe por la gestión de la información y de la atención a los ciudadanos tras la incidencia en la R2. Las incidencias de Cercanías «no es que hayan entrado en campaña», sino que como los problemas se viven a diario este asunto forma parte de la agenda cotidiana, defendió el consejero de Territorio preguntado sobre el aluvión de críticas en vísperas de los comicios.
Una estrategia de ERC que en Junts no ven con buenos ojos. Los posconvergentes reprochan a Aragonès que pida una alianza por Cercanías pero ponga la «alfombra roja» al Gobierno en Madrid. Mientras, el PSC también acusa de electoralista al president.
De hecho, las elecciones municipales llegan medio año después de que ERC cogiera el mando del Govern en solitario y con varias polémicas en la mochila, algunas de ellas en las últimas semanas. Con la sequía, el Ejecutivo de Aragonès fue incapaz de pactar un paquete de medidas extraordinarias y fue Junts el partido que lideró el acuerdo desde el Parlament. Y con la caótica organización de las oposiciones a funcionarios ha quedado señalada Laura Vilagrà, consejera de Presidencia y mano derecha del propio presidente de la Generalitat. Además, ERC va un paso por detrás en Barcelona, su gran objetivo el 28-M. Maragall no despega ante Collboni, Colau y Trias.
✕
Accede a tu cuenta para comentar