Opinión

Español 125 años de dignidad

Ser del Español es ser especial, no importa la ideología, ni la clase social, ni el resto del mundo en el que te mueves, cuando ves a un perico, ves a un compañero de causa casi heroica

Cartel aniversario R.C.D.Espanyol
Cartel aniversario R.C.D.EspanyolRCDE

Lo escribo como se fundó, lo escribo desde el sentimiento y la pasión, una pasión inexplicable, irracional. Eres catalán, te gusta el fútbol, hay un equipo en tu ciudad, un equipo que lo gana todo, con el que celebrar títulos, pero tu corazón siente y late de otra manera.

Eso se lo trasmites a tus hijos, hasta que un día casi les pides perdón por haberles inculcado la fe perica, pero ellos te responden “que va Papá, gracias por haberlo hecho así, ser perico, ser del Español, (o del Espanyol, como quieran escribirlo), es de lo más bonito del mundo”.

Y los llevas al estadio, a ellos que no conocieron Sarria, a Montjuic primero, luego a Cornellá – El Prat, hasta que ellos van solos con sus amigos, siempre de blanquiazul, y un día desde tu localidad los ves saltando al campo a celebrar un ascenso, no es una Champions, es un ascenso, es la lucha por la supervivencia y es el reflejo del alma de un sentimiento rebelde. Aquí estamos, seguimos vivos, dispuestos a luchar.

Ser del Español es ser especial, no importa la ideología, ni la clase social, ni el resto del mundo en el que te mueves, cuando ves a un perico, ves a un compañero de causa casi heroica, y te entran ganas de recordar aquel principio de La Legión, cuando un legionario está en dificultades, al grito de “a mí La Legión” acudirán todos. Cuando entre la marea de la ciudad que viste otros colores ves uno con los tuyos, ahí sientes que hay un compañero.

Olvidados por la prensa oficial, abandonados por la clase política, despreciados por algunos con complejo de superioridad aparente, ahí seguimos tras 125 años de historia, y lo digo por los que odian nuestro nombre, por los que odian los colores del Almirante Roger de Lluría, los que querían que no existiéramos, los que han buscado permanentemente cualquier alternativa que nos sustituya.

El perico es pequeño, humilde, pero orgulloso, vive con la cabeza alta y siempre, siempre remonta el vuelo, frente a todo, frente a las adversidades.

Son nuestros primeros 125 años, nosotros seguiremos, luego nuestros hijos, y después los hijos de estos, y así sucesivamente.

Gracias Español o Espanyol por existir y por permitirnos ser orgullosamente rebeldes, maravillosamente minoría, y siempre, siempre, una forma diferente de ver el fútbol, y si me apuran la propia vida.

¡Viva el Espanyol!

¡Visca el Español!