Turismo

Este es el sorprendente tren que ofrece una ruta excelente por los Pirineos

Durante el trayecto se incluye un pueblo que está considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

Vista lejana de los pirineos
Vista lejana de los pirineos PxHere

Los Pirineos catalanes, con sus impresionantes paisajes de montañas, valles y bosques, son uno delos destinos más destacados de toda Europa. Esta lugar, que está cargado de historia y tradición, es muy conocido por su diversidad natural y cultural.

Cada rincón brinda a los turistas de una experiencia única, ya sea para los amantes del senderismo, los deportes de invierno o los que simplemente buscan desconectar y disfrutar de un entorno donde priman la tranquilidad y la libertad.

Existe un tren que hace un recorrido por los Pirineos

El 'Tren Jaune', conocido como el Tren Amarillo, se ha convertido en una de las rutas ferroviarias más pintorescas y emblemáticas. Esta línea, que hace un recorrido por los Pirineos Orientales de Francia, ofrece una experiencia única para los turistas que quieran descubrir una de las regiones con más belleza de los Pirineos catalanes. A lo largo del tramo, se podrá ser testigo de unas vistas impresionantes con montañas cubiertas de nieve, valles profundos o una infinidad de pueblos con encanto.

Inaugurado durante el inicio del siglo XX, este tren junta Vilafranca de Conflent con la estación de Torre de Querol-Enveitg. La ruta fue diseñada con el objetivo de desarrollar un medio que facilitara el transporte de personas y mercancías a través de una región montañosa con difícil acceso.

¿Cuál es el recorrido del Tren Jaune?

Actualmente, se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de la zona. Con un trayecto de 63 kilómetros de longitud, el Tren Amarillo atraviesa diversos paisajes de lo más espectaculares de esta zona, así como por ejemplo los imponentes picos nevados del Canigó, una de las montañas más destacadas y simbólicas de los Pirineos.

El tren, cuya velocidad de circulación no supera los 55 km/h, ofrece la oportunidad de disfrutar de unas vistas a un ritmo relajado, permitiendo a los pasajeros adentrarse en un ambiente de tranquilidad donde descubrir nuevos territorios y desconectar de la vida cotidiana. Durante el trayecto, se cruzan varios viaductos y túneles, unas elaboraciones que destacan por su complejidad y su integración en un entorno montañoso.

Una reliquia para todos los turistas

Todo aquel que busque disfrutar de los Pirineos de una forma más lenta e independiente también está de suerte. A lo largo del trayecto, los viajeros pueden hacer paradas en algunos pueblos de la región, como por ejemplo en el Villefranche-de-Conflent, un pueblo medieval que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El mejor momento en el que acudir a este viaje en tren es en el que el temporal es más bajo. Durante los meses de invierno, se ofrece una perspectiva única de los Pirineos cubiertos de nieve, convirtiéndose en una alternativa perfecta para aquellos que desean disfrutar de esta temporada fría pero sin renunciar a la comodidad.