Entrevista

"Si las mejoras pactadas con la Generalitat no se ven reflejadas, las enfermeras volveremos a las calles"

Después de un mes y medio, el sindicato desconvoca la huelga tras llegar a un acuerdo con la conselleria de Salud

Vicepresidenta del sindicato Infermeres de Catalunya, Laia Marsal
Vicepresidenta del sindicato Infermeres de Catalunya, Laia MarsalLa Razón

Tras un mes y medio incansable de huelga, las enfermeras catalanas desconvocaron su paro este jueves, después de una reunión de seis horas con la conselleria de Salud. Un acuerdo con el que el Govern se compromete a, entre otras cosas, traer mejoras organizativas y laborales–que no económicas– a las enfermeras. La huelga, convocada por el sindicato Infermeres de Catalunya el pasado 12 de diciembre, fue una respuesta al acuerdo de condiciones de trabajo del Institut Català de la Salut, que consideran un «desprecio» hacia su profesión. Una de las principales reivindicaciones es un complemento salarial equivalente a la A1, una demanda que no han conseguido con la firma del acuerdo con el conseller Manel Balcells. En una entrevista con el periódico, la vicepresidenta de Infermeres de Catalunya, Laia Marsal, nos contó que su lucha se centra, sobre todo, en conseguir mejores condiciones laborales frente la carga de trabajo que tienen.

¿Se podría decir que vuestra huelga se origina con la firma del III acuerdo con el Institut Català de la Salut?

El desencadenante sí que fue la firma de ese acuerdo, pero nuestra huelga no está orientada solamente hacia eso. Nuestra reivindicación va más allá de los convenios, tanto el convenio que afecta a la sanidad concertada, que es el que se firmó hace ahora un año, referente al Siscat, como el que incluye a los trabajadores del Institut Català de la Salut. Son convenios que no reflejan las necesidades actuales de las enfermeras.

¿Cuáles son estas necesidades?

Estamos asumiendo cada vez más tareas y más responsabilidades, y esto acaba afectando a la atención a los pacientes. Esto a nivel administrativo no se reconoce. Una de nuestras reivindicaciones más claras es que se nos reconozca la categoría profesional que tenemos. Somos graduadas desde hace diez años y no se nos reconoce, se nos sigue denominando diplomadas (categoría A2). Esto no es solamente un factor económico, que también, sino que también comporta que no podamos presentarnos a algunos cargos por no tener reconocida la categoría profesional A1. La tenemos, pero no se nos reconoce. Del mismo modo, reivindicamos la necesidad de regular y de reconocer las especialidades de enfermería.

¿Cómo es el día a día de una enfermera catalana?

A nivel hospitalario, las enfermeras asumen cada vez más unas ratios de pacientes más elevadas y las curas son cada vez más complejas y necesitan más atención. Todas esas tareas a veces no las podemos desarrollar con toda la calidad que nos gustaría. En la atención primaria, tanto enfermeras como comadronas, cada vez estamos asumiendo cargas de trabajo más amplias. Cada vez tenemos más población asignada y cada vez desarrollamos más tareas sin que esto se nos retribuya ni a nivel económico, ni se nos faciliten las herramientas para llevarlo a cabo correctamente. Seguimos atendiendo a los mismos pacientes, pero con menos tiempo.

¿Os sentís respaldadas por los demás colectivos del sector?

Nos sentimos respaldadas en el hecho de que todos estamos asumiendo más tareas sin poder llevarlas a cabo como nos gustaría. Sabemos que algunos profesionales no están de acuerdo con que hayamos querido reivindicar nuestras necesidades de forma particular. Pero sabemos que podemos profundizar en las demandas de nuestras profesionales y, de este modo, poder trabajarlas de manera más completa.

La Generalitat insiste en que el cambio de categoría A1 es competencia del Gobierno.

Sabemos que debe llevarse a cabo ampliamente en Madrid. Pero necesitamos que el Govern apueste por fidelizar a las profesionales aquí en Cataluña, dar un paso adelante para poder garantizar que esta recategorización se lleve a cabo. El Govern dispone de herramientas para minimizar el impacto hasta que esto se lleve a cabo en Madrid. Igualmente, nosotros reivindicamos muchas líneas de mejora de las que la conselleria sí que tiene parte de implicación. En la reunión del jueves, Salud recogió la priorización de esta recategorización y nos prometieron que trasladarán esta presión al Gobierno.

¿Cómo ha afectado la huelga?

Es difícil de medir la afectación, porque hacer una huelga sanitaria no es fácil por varios motivos. Por una parte, está el factor vocacional: a muchas compañeras les cuesta hacer huelga, porque afecta mucho a los pacientes. Y, por otro lado, porque muchas están en servicios mínimos, sobre en hospitales y CUAPS, que es una atención más urgente, por lo que muchas no se pueden unir a la huelga. Nosotras valoramos mucho la implicación y la adhesión a las medidas de presión que nosotros les recomendábamos.

En alguna ocasión os habéis quejado del silencio mediático sobre vuestra huelga.

No se ha hecho tanto eco como se haría en otra ocasión o con otro colectivo. En los medios audiovisuales, sobre todo públicos, se ha cubierto más bien poco. Solo informan cuando salimos a la calle, pero no del porqué. Es necesario implicar a la población, porque lo que queremos es poder cuidar mejor. No queremos trabajar menos, sino las herramientas necesarias para garantizar la seguridad de los pacientes y de los profesionales.

¿Cómo fue la decisión de desconvocar la huelga?

La salida de la huelga no es la ideal, pero es un primer paso. Ha sido forzada, ya que el Govern se ha cerrado en banda y somos conscientes de que hay una complicidad con los sindicatos mayoritarios. Pero hemos conseguido avances que afectan nuestro día a día, y nos reuniremos cada dos meses con el conseller para poder trabajar los puntos acordados. Del mismo modo, tenemos claro que, si lo acordado no se ve reflejado, no dudaremos en volver a las calles a movilizarnos y a emplear acciones más contundentes.