
Reconocimiento literario
Núria Cadenes gana el Premi Proa de Novel·la
«Qui salva una vida» se alza con el galardón literario con una historia relacionada con la familia de la autora

Núria Cadenes es la ganadora del Premi Proa de Novel·la, en su séptima edición, con «Qui salva una vida», una obra que arranca en Organyà en 1950. Se trata, como explicó Xavier Pla, en nombre del jurado, de «una novela lírica, vibrante, guiada por una pulsión ética que la identifica de la primera a la última página». También apuntó que se trata de una obra «exigente y densa, pero a la vez contenida».
«Qui salva una vida» nos cuenta una historia real que nos traslada hasta la Cerdanya en los primeros años 40, cuando Europa parece herida de muerte por el yugo nazi. Pese a la tragedia, un religioso, Mossèn Joan, puso en marcha desde Puigcerdà «una red impensable de evasión para que pasara la frontera gente de todo tipo. De esta manera, salvó a judíos, aviadores, perseguidos por el fascismo...», explicó Cadenes tras conocerse el fallo del premio. Los protagonistas de esta historia son, según contó la autora, «personas absolutamente normales y corrientes, gente que no te esperas que hagan cosas extraordinarias. Si me hubiera inventado estos personajes me dirían que me controlara, pero es que existieron».
Todo tiene como punto de inicio un incidente ocurrido en 1950, con la guerra mundial ya acabada y algunos nazis escondidos por estos parajes gracias a la generosidad de Franco. Fue en ese año cuando Mossèn Joan, en la localidad de Organyà, fue brutalmente agredido en su propia iglesia por un antiguo miembro de la temible Gestapo. A partir de aquí la historia viaja atrás en el tiempo para comprender por qué el religioso fue víctima de aquel siniestro odio. «Esta novela es la historia de un grupo de personas que en la hora decisiva actuaron e hicieron lo correcto», concretó Cadenes.
Mossèn Joan era Joan Domènech, un religioso que fue condecorado en 1952 con la Legión de Honor Francesa. El ser «catalanista y rojo», como recordó su sobrina escritora, lo obligó a exiliarse hasta República Dominicana, donde no dudó en enfrentarse al temible dictador Trujillo, haciendo que su parroquia fuera el refugio de muchos perseguidos. Ya viejo pudo regresar a Cataluña, aunque todo había cambiado. Núria Cadenes lo recordó al comentar que «intentó que hiciera la comunión, pero no lo consiguió aunque respetó mi opinión. Cuando volvió de República Dominicana, a donde fue por rojo y catalanista, era un capellán viejo con sotana. Ya no encajaba, aunque era el mismo de siempre».
La escritora, cuya última novela «Tiberi Cèsar» fue finalista de los premios Finestres y Llibreter, tuvo en cuenta unas palabras de otro autor mientras trabajaba en el libro: «Carlos Zanón dijo en una mesa redonda que era difícil escribir sobre la bondad y que lo fácil es hablar de la maldad. La bondad forma parte de la historia de la humanidad».
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