La fiscalía pide 12 años de prisión para un enfermero acusado de haber agredido sexualmente en 2022 a una anciana de 77 años ingresada en la clínica Plató de Barcelona, que depende del Hospital Clínic, aprovechándose de su vulnerabilidad, ya que llevaba ocho años incapacitada.

En un juicio que ha comenzado este miércoles en la sección 21ª de la Audiencia de Barcelona, el ministerio público le acusa de un delito de agresión sexual y de otro de lesiones, para los que, además de la pena de cárcel, solicita una multa de 1.350 euros y una indemnización por daños físicos y morales de más de 26.000.

El ministerio público también acusa como responsable civil directo a la aseguradora del Hospital Clínic de Barcelona, centro al que señala como subsidiario, mientras que la defensa del procesado pide para él su absolución.

Según el escrito de acusación, el 14 de diciembre de 2022 el acusado se dirigió hacia la habitación de la anciana, que se encontraba boca abajo mientras esperaba que el personal sanitario le cambiara el pañal.

La Fiscalía explica que el acusado, con la voluntad de no ser descubierto, cerró la puerta de la habitación donde se encontraba la mujer, que en aquel momento tenía 77 años, y para satisfacer sus deseos sexuales, la agredió sexualmente con un objeto.

Pese a que la víctima comenzó a chillar, recoge el escrito, el acusado continuó durante varios minutos cometiendo la agresión, tras lo que se lavó las manos en un lavabo para pacientes y salió del cuarto.

La anciana alertó de la agresión

En la sesión de este miércoles han declarado varias enfermeras y auxiliares que trabajaron con el acusado, que han manifestado que la anciana estaba muy alterada y que les comenzó a decir: "Me han violado, me han violado".

Además, algunas de ellas han detallado que vieron que la mujer tenía el pañal lleno de sangre, con coágulos, y que una de ellas comprobó las manos de la anciana para asegurarse de que no se había autolesionado.

Una de las sanitarias se lo comentó al acusado y, cuando este entró a la habitación, según las testigos, la anciana le señaló como autor.

Pese a que la víctima lleva incapacitada ocho años, las testigos han subrayado que la mujer hablaba de forma coherente, que no decía cosas extrañas ni se las inventaba, y que era de trato afable.

También, han explicado que les sorprendió que la puerta de la habitación estuviera cerrada, y a una de ellas le extrañó descubrir al procesado lavándose las manos en el baño de la habitación, puesto que el personal de enfermería debe hacerlo en una zona controlada para evitar la propagación de enfermedades.

Una estudiante en prácticas que estaba junto al equipo de sanitarios ha expresado que la señora estaba asustada: "Tenía muchísimo miedo de que volviera el señor (el procesado), porque dijo que la había violado; me quedé en shock, no sabía muy bien qué decirle".

"Cogí un poco de distancia y desde la puerta del pasillo sí que recuerdo que le miraron el pañal a la señora y tenía restos de sangre", ha añadido.

El juicio está previsto que continúe mañana jueves en una segunda sesión, donde además de testificar los médicos que la examinaron, lo hará el acusado, puesto que su letrada ha solicitado hacerlo en último lugar, una vez practicada toda la prueba.

En cuanto al testimonio de la víctima, se ha acordado su declaración en la instrucción como prueba preconstituida. EFE

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