Política

Podemos agoniza y se queda fuera de foco también en Cataluña

El partido, totalmente eclipsado por los Comunes, suma rupturas y caos en su historial

Miquel Iceta y Ernest Urtasun en el intercambio de carteras del Ministerio de Cultura
Miquel Iceta y Ernest Urtasun en el intercambio de carteras del Ministerio de Cultura Agencia EFE

Varias conclusiones se pueden extraer del largo ciclo electoral de este 2023 en Cataluña: el independentismo aguanta el pulso pese a sufrir en las urnas; el PSC acapara el carril central; el PP se recupera a pasos agigantados con Feijóo; y los Comunes se asientan sin Podemos. Una tendencia que se ha confirmado también en Cataluña, otrora feudo de Pablo Iglesias y ahora espejo del Gobierno que forman PSOE y Sumar.

Ambos partidos lograron más del 50% de los votos en las pasadas elecciones del 23J en suelo catalán, una bolsa determinante para mantenerse en la Moncloa. Y la plataforma de Yolanda Díaz lo hizo gracias al impulso de los Comunes de Ada Colau, líder indiscutible del espacio pese a haber perdido la alcaldía de Barcelona. Colau domina con mano de hierro el movimiento mientras Podemos agoniza, acumula rupturas y crisis internas en su historial y se queda sin foco también en Cataluña.

Precisamente, la última polémica del partido ha sido la dimisión en bloque de 13 miembros de la dirección y la ejecutiva catalanas de Podemos hace una semana tras ser expedientados por defender la «unidad» con Sumar cuando se debatía sobre si Podemos se integraría o no al proyecto liderado por Díaz. Esta es, de hecho, la enésima ruptura dentro de la división territorial del partido, que colecciona escisiones, líderes y corrientes enfrentadas.

Los 13 miembros que se bajaron del carro de Podemos en Cataluña fueron el portavoz del partido y exdiputado en el Parlament, Lucas Ferro; la diputada en la Cámara catalana Yolanda López, y los miembros de la ejecutiva y la dirección Marcos Galante, Laura Alzamora, Raquel Vernedas, Sarai Martínez, Loren Rider, Xavier Navarro, Ramón Espejo, Marta Gómez, David Pequeño, Rosa Trenado y Gerard Bargalló. Además de señalar a la dirección del partido por expedientarles, los 13 exdirigentes también aprovecharon para reivindicar la construcción del espacio político de En Comú Podem (ECP), «fruto de la unidad» y a través del que se han alcanzado candidaturas para las últimas elecciones municipales, para las que Podemos y Catalunya en Comú anunciaron que concurrían juntas bajo la marca de ECP.

Y la coordinadora de Podemos, Conchi Abellán, replicó esta semana, mostró su «descontento» en una carta que ha hecho llegar a los Comunes y reclama ya una restructuración de la coalición evitando, de momento, la ruptura. Un cisma que, de producirse, relegaría a Podemos del tablero político catalán.

De hecho, la propia Conchi Abellán es una auténtica desconocida para el electorado y una dirigente fuera del foco mediático. No tiene asiento en la Cámara catalana ni ninguna parcela de poder destacada más allá del mando de una formación que encadena polémica tras polémica.

En este sentido, el grupo parlamentario que controla Jéssica Albiach lo forman dirigentes de la órbita de Colau y Barcelona en Comú –como Susana Segovia–o de la antigua Iniciativa –David Cid–, y no de Podemos. Es más, la única diputada morada de peso es Yolanda López, una de las que dimitió de la ejecutiva del partido tras ser expedientada ser por defender la unidad con Sumar.

Y la misma Albiach, la otra líder del espacio al margen de Colau y candidata a la presidencia de la Generalitat, fue una de las primeras dirigentes que se distanció de Pablo Iglesias y se alineó con Íñigo Errejón en la crisis de hace ya cuatro años. Fue entonces cuando Albiach se volcó con los Comunes formando tándem con Colau.