Salud mental

Salud presenta la primera unidad para tratar los casos graves de trastornos alimenticios en jóvenes y adolescentes

Este dispositivo, ubicado en Sant Joan de Déu, es el primero de estas características en el sistema de salud público y es novedoso por contemplar el ingreso del paciente junto a su familia en un apartamento del hospital

El gran hecho diferencial de la unidad es que la estrategia se desarrolla en gran medida en el entorno del paciente y con su familia
El gran hecho diferencial de la unidad es que la estrategia se desarrolla en gran medida en el entorno del paciente y con su familiaSant Joan de Déu

Los trastornos de la conducta alimentaria afectan ya a entre el 5 y el 8% de la población adolescente y joven, en uno de cada dos casos la enfermedad aparece antes incluso de haber cumplido los 14 años y en un 20% o 30%, ésta evoluciona hacia la cronicidad, datos que nos permiten hacernos una idea de la magnitud del problema de salud que estos trastornos representan.

En esta línea, cabe señalar que ésta es la tercera enfermedad crónica más prevalente entre la población adolescente y uno de los trastornos con más presencia en los centros de salud infantojuveniles, lo cual va acompañado además de un incremento de los ingresos hospitalarios, tanto de día como de agudos. Y es que la pandemia no ha hecho más que empeorar la situación. De hecho, las pacientes que acuden a consulta son cada vez más jóvenes y tienen perfiles más graves.

Ante este panorama, es imprescindible poner al alcance de los casos de menores más graves y complejos tratamientos intensivos e integrales que resulten eficaces a la hora de abordar el problema para así prevenir la cronificación de la enfermedad y este es precisamente el objetivo de la primera unidad terapéutica en el sistema sanitario público español para el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria muy graves en niños y adolescentes, bautizada como UTTCA-Minerva.

Un dispositivo único

Esta unidad, que se acaba de presentar pero cuya puesta en marcha ya se contemplaba en el Plan de Mejora de la Atención a las personas con Trastornos de Conducta Alimentaria presentado por el Departamento de Salud el año pasado, se encuentra ubicada en el Hospital de Sant Joan de Déu, cuenta con un equipo formado por una docena de profesionales entre psicólogos, psiquiatras, nutricionistas, enfermeros, TCAis, educadores, trabajadores sociales y una docente, y su gran novedad es que prevé el ingreso del paciente junto a su familia en un apartamento en los aledaños del centro.

Así pues, UTTCA-Minerva ofrece a los pacientes menores de 18 años con perfiles más graves y complejos, los cuales no han podido ser estabilizados pese a haber estado en tratamiento de hospitalización durante más de una año, un programa de tratamiento intensivo, con un enfoque holístico y un abordaje sustentado por la evidencia, en su entorno natural y en el ámbito familiar, lo cual confiere a los familiares un papel destacado en la recuperación del menor, para lo que se trabaja en su empoderamiento y en dotarles de las herramientas necesarias para hacer frente al trastorno.

Esta estrategia se articula en cuatro fases, la primera de las cuales tiene lugar en un espacio habilitado en el propio hospital, con capacidad para 7 personas, en el que el trabajo se focaliza en la recuperación por parte del paciente de un patrón de alimentación saludable. Paralelamente, en este contexto se potencia el empoderamiento de los familiares mediante el conocido como método family meal, que consiste en reproducir una comida en familia para que el equipos asistencial pueda dar las instrucciones oportunas para mejorar el manejo nutricional y emocional del menor.

Transcurrido en torno a un mes y siempre en función de la evolución del paciente, que está en todo momento monitorizado, arranca la segunda fase, que se caracteriza por el ingreso del paciente y su familia en uno de los apartamentos habilitados por el hospital en los aledaños. Durante este período, que ronda las dos semanas, el menor sigue terapias individuales y grupales, mientras que con la familia se lleva a cabo un intensa labor de empoderamiento, que, entre otras cosas, pasa por la adquisición de los recursos necesarias para gestionar la situación de la forma más adecuada.

Vuelta a casa

A partir del ahí, el paciente abandona el entorno hospitalario para regresar a su domicilio e reincorporarse a su vida habitual y ahora son los profesionales de la unidad quienes se desplazan periódicamente a la vivienda para continuar con el tratamiento, que pone el foco en trabajar la autonomía del menor en lo relativo a la alimentación y a su vuelta a la escuela.

Por último, al cabo de aproximadamente dos meses, es el momento de abordar la vinculación del paciente a la Unidad de TCA de su zona de referencia y, con el fin de garantizar la continuidad asistencial del proceso, los especialistas de UTTCA-Minerva le acompañan durante su derivación.

En definitiva, esta estrategia está pensada y diseñada para mejorar la eficacia del tratamiento y reducir el tiempo de hospitalización del paciente, gracias, principalmente, a su desarrollo en el entorno natural de menor y con la implicación de la familia, lo cual se traduce en una reducción del riesgo de cronificación de la enfermedad.

La unidad, que da cobertura a toda Cataluña, puede ofrecer atención hasta a 20 pacientes de forma simultánea y, puesto que la duración media del tratamiento se estima en 4 meses, las previsiones apuntan a que podría atender a unos 60 menores al año.