Salud Mental

La temperatura de la piel podría ayudar a controlar el trastorno bipolar

Este parámetro, monitorizado mediante un reloj inteligente, serviría para detectar precozmente los cambios de estado de los pacientes, lo cual ofrecería la posibilidad de ajustar el tratamiento

Primer plano de la mano tocando el reloj inteligente con la aplicación de salud en la pantalla.
El reloj inteligente permitiría monitorizar de forma continua y no invasiva el trastorno bipolarDreamstime

Cerca del 2% de la población mundial sufre trastorno bipolar, una enfermedad psiquiátrica grave que se caracteriza por la alternancia de periodos de estabilidad y episodios de manía y depresión.

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El problema es que a día de hoy aún no se han identificado biomarcadores objetivos que permitan monitorizar la evolución de la enfermedad para poder adaptar los tratamientos a las circunstancias concretas de cada paciente, de manera que para hacer un seguimiento del trastorno, los especialistas se basan en entrevistas clínicas y cuestionarios subjetivos.

En depresión, por ejemplo, se ha visto que tiene lugar una desregulación en el control de la temperatura corporal, que provoca, entre otros efectos, una temperatura más elevada de la piel. Ante esta evidencia, un equipo internacional, encabezado por el grupo de investigación en Trastornos Bipolares y Depresivos del IDIBAPS, pusieron en marcha un estudio para explorar esta vía en el contexto del trastorno bipolar.

Así, en el marco de este trabajo, se monitorizó a 104 personas con dicho trastorno durante dos días consecutivos mientras realizaban sus rutinas diarias Todos ellos llevaban un reloj inteligente a través del cual se registró la temperatura de su piel. Con estos datos, los investigadores compararon el patrón circadiano de este parámetro entre los cuatro grupos en los que se dividió a los participantes en el estudio: pacientes en episodio depresivo, aquellos en episodio maníaco, un tercer grupo con trastorno bipolar estables y personas sanas. Además, en lo dos primeros se repitió el procedimiento en condiciones estables.

Y los datos recabados permitieron comprobar que en pacientes con un episodio maníaco, la temperatura de la piel durante las horas diurnas era más elevada que en aquellos estables o en fase depresiva, mientras que cuando la persona superaba el episodio y se estabilizada, ese aumento de temperatura desaparecía. Por lo tanto, los resultados de este estudio sugieren que la temperatura cutánea es una forma no invasiva, personalizada y continua de caracterizar el estado psicopatológico en el trastorno bipolar durante la vida cotidiana de los pacientes.

Así pues, como destaca Claudia Valenzuela-Pascual, del grupo de investigación en Trastornos Bipolares y Depresivos del IDBAPS y primera autora del estudio, "contar con un parámetro objetivo como la temperatura de la piel, sensible a los estados psicopatológicos, puede ayudar a detectar precozmente los cambios de estado y ajustar los tratamientos antes de que se agraven".

Por lo tanto, la temperatura de la piel podría ser un biomarcador útil en la práctica clínica diaria, algo que ahora habría que confirmar con nuevos estudios, aunque, para los investigadores, "su potencial radica en su combinación con otros biomarcadores como la frecuencia cardíaca o la actividad física". Asimismo, nueva investigación podría servir para explorar si puede ayudar a predecir recaídas o mejorar la adherencia al tratamiento