Cómic

Un viaje en tinta china por la memoria histórica

Alfonso Zapico concluye su tetralogía «La Balada del Norte»

Una de las viñetas de Alfonso Zapico
Una de las viñetas de Alfonso ZapicoAstiberri

Hacía varios años que Alfonso Zapico, uno de los grandes nombres del cómic español, no visitaba el certamen barcelonés. Este regreso lo hace con el cuarto y último volumen de la serie «La Balada del Norte» que ha venido publicando Astiberri. Con él cierra un trabajo monumental con el que trata de ofrecer una aproximación sobre la revolución vivida en Asturias en octubre de 1934.

Zapico, en conversación con este diario, explicó que con esta serie «he jugado con la memoria como materia, me refiero a la que no está en los libros de historia sino aquella que te narran en las cocinas asturianas de carbón. El balance que hago de todo esto es positivo».

El dibujante siempre ha tenido en la memoria histórica uno de los ejes de sus cómics. Con «La Balada del Norte» «no he querido hacer un trabajo de investigación. Me limito a presentar unos hechos y lo que intento es que juzgue el lector. La historia no se explica con un único libro». La serie se está publicando ahora también en Francia, país en el que reside, en un momento en el que algunos editores ven con buenos ojos las teorías revisionistas de algunos supuestos historiadores españoles. «Yo no doy una versión construida. Se habla mucho de 1934, pero yo lo hago a través de anécdotas reales que dan una justa medida del tiempo y del lugar», comentó.

En las carpetas del dibujante hay muchos proyectos. Entre manos tiene un libro destinado al público infantil, algo que le interesa especialmente porque «se trata de que puedan leernos los lectores de cómic del mañana».

Tampoco abandona la posibilidad de convertir en viñetas otros episodios de nuestro pasado, especialmente la experiencia de los republicanos que pasaron la frontera francesa en los años cuarenta y que se quedaron allí a la espera de la muerte de Franco. «Cuando regresan, en 1976, quieren participar en las primeras elecciones democráticas, pero ellos son olvidados. Ellos pertenecen a otro mundo. Acaban regresando a Francia y mueren en Burdeos, Montpellier... La memoria es algo que no se explica. Debo decir que cuando hablo de estos libros también me explico a mí mismo», dijo.

Tampoco descarta regresar a una vida de escritor, como hizo en «Dublinés» con James Joyce como protagonista. Es algo que «me tienta. Pero ahora que vivo en Anguleme, lo que me tienta es volver a la literatura, pero a la española. En estos días estoy leyendo a Juan Gil Albert y estoy constatando que me está explicando muy bien el país del que vengo», concluyó Alfonso Zapico.