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Cada vez tenemos menos espermatozoides… pero no tiene por qué ser algo malo

Un nuevo estudio explica la disminución del conteo de espermatozoides mundial sin asociarla a una bajada de fertilidad

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Pasa algo raro con la fertilidad del planeta. Durante los últimos cincuenta años, los científicos han notado que el conteo de espermatozoides medio de la población mundial ha ido cayendo año tras año.Esto ha desatado diferentes consecuencias en el mundo científico y social, alertando de una posible crisis para la fertilidad masculina con consecuencias en la futura población mundial.

Pero esto no tiene por qué ser así. Un nuevo estudio creado por la Universidad de Harvard reúne todas las evidencias sobre este fenómeno, y plantea una explicación alternativa: puede que la disminución de esperma no signifique una disminución de la fertilidad, sino un aumento en la eficacia de nuestros espermatozoides.

Una caída progresiva

La disminución en el conteo de espermatozoides en diferentes países ya había sido observada entre los bancos de semen y las clínicas de fertilidad. A pesar de que los donantes seguían las mismas indicaciones previas a la donación, el número de espermatozoides que se encontraban en la muestra tenían un conteo menor en algunos casos.

Estas sospechas fueron confirmadas en un meta-análisis realizado en 2017, en el que los autores analizaron de manera conjunta todos los estudios realizados con muestras de semen entre los años setenta y 2011. Comprobaron que, durante los últimos cincuenta años, el conteo medio había disminuido en más de un 50%, especialmente entre los países occidentales, incluyendo Norteamérica, Europa, Australia y Nueva Zelanda.

Curiosamente, las poblaciones de Suramérica, Asia y África no habían disminuido su conteo, lo que suscitó sospechas sobre la posible causa de este fenómeno. Algunas investigaciones empezaron a ligar esa disminución a la cultura sexual, al estrés o a la alimentación de los países occidentales, sin tener por el momento ninguna conclusión clara.

Pero, ¿realmente una disminución de los espermatozoides implica una menor fertilidad? Lo cierto es que no está tan claro. Esto es lo que sugiere un estudio americano publicado esta semana, en el que un equipo de expertos en fertilidad analiza la evidencia actual del fenómeno y buscan nuevas explicaciones. Y es que la ciencia puede estar segura de que este fenómeno se esté produciendo, pero no necesariamente de lo que significa.

Otro punto de vista

Analizando los datos del meta-análisis que levantó la alerta, hubo varias suposiciones que no estaban tan claras por los científicos. La primera de ellas es el punto de partida de estos estudios. Es cierto que el conteo es más bajo en la actualidad que en los años setenta, pero eso no significa que los niveles de 1970 los niveles de espermatozoides fueran los normales. Puede que realmente hubiera demasiados espermatozoides en la población mundial en esa década, y que se haya ido normalizando poco a poco.

Esta idea proviene del hecho de que más espermatozoides no implican necesariamente mayor fertilidad. Hay un nivel mínimo de espermatozoides que es necesario tener para asegurar la fecundación, y en ningún momento la media mundial se ha acercado a estos valores, excepto en pacientes infértiles por problemas médicos.

La variabilidad que se observa es la normal en la especie humana, y eso se ha demostrado estas últimas décadas al no observar una variación real en la fertilidad mundial. Puede que haya disminuido los nacimientos en Occidente, pero no es debido a una menor fertilidad, sino al aumento y normalización de los métodos anticonceptivos. Seguimos siendo fértiles, pero ahora elegimos cuándo tener descendencia.

Existen mutaciones que cambian la forma del espermatozoide y alteran su movimiento, afectando a la fecundación sin afectar al número. No se ha observado ninguna tendencia en esta dirección.
Existen mutaciones que cambian la forma del espermatozoide y alteran su movimiento, afectando a la fecundación sin afectar al número. No se ha observado ninguna tendencia en esta dirección.larazon

Además, cuando se mira más de cerca, el meta-análisis presenta inconsistencias importantes. Un meta-análisis es un tipo de investigación que reúne diferentes estudios. Cuando se mira cada estudio de manera individual y se observa de dónde procede cada donante de esperma, la variabilidad aumenta. No hay un país o región que tenga un descenso claro de espermatozoides en su población, lo que descarta que la disminución pueda ser debida a algún factor ambiental, como un contaminante o el consumo de un alimento concreto.

Tampoco se observa claramente la separación de la tendencia entre los países de Occidente y el resto. En zonas como África o Sudamérica no ha habido casi estudios de fertilidad en los años setenta, por lo que se cuenta con pocos datos como para indicar con seguridad si el conteo de espermatozoides ha subido, ha bajado o sigue estable.

¿Por qué puede ser entonces la bajada del conteo? Los expertos de fertilidad del estudio creen que la contaminación y el estilo de vida en las décadas anteriores podrían haber provocado una disminución de la fertilidad, volviendo a los espermatozoides más lentos y más ineficientes. Para corregirlo, el cuerpo humano aumenta la cantidad de espermatozoides, facilitando que alguno pueda llegar al óvulo. Con un estilo general de vida más sano asociado a los países occidentales en los últimos cincuenta años, los espermatozoides serían más hábiles y no haría falta aumentar su número. Ahora el equipo trabaja en comprobar esta hipótesis con datos antiguos basados en la calidad del esperma, pero esto actúa un balón de oxígeno para la población masculina del futuro. La fertilidad mundial futura sigue estable.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Lo que afecta más a la fertilidad es el estado de los espermatozoides. Ciertas mutaciones genéticas y el consumo de drogas y alcohol pueden conducir a la generación de espermatozoides con menos energía y movilidad, haciendo que no puedan fecundar el óvulo correctamente.
  • Si lo que se vive actualmente es una regresión a la normalidad, lo sabremos con seguridad en las próximas décadas. Ahora los estudios de fertilidad se realizan de manera más sistemática en los diferentes países, comprobando los niveles de calidad del esperma y no solo el conteo. Esto permitirá conocer mejor cómo se autorregula este proceso.

REFERENCIAS: